VISIONARIOS a la gorra | Page 27

Pancho

Bartolome

Todas estas frustraciones lo volvieron a la realidad, pero por un tiempo. Estudio computación, y en eso era bueno, muy bueno, y al culminar sus estudios recibió el título de ingeniero en programación. Y desarrollo muchos programas para empresas conocidas, pero las que se hacían famosas eran las empresas y no el. Entonces comenzó a escribir. Ver a escritores reconocidos y la cola que se formaba para autografiar sus libros era lo que necesitaba para llenar ese vacío que tenía en el espíritu, y que muchos llaman ego. Comenzó con poesías de amor que además de cursis no enamoraban a nadie, me las leía a mí. Participó en un taller literario y sé que le dieron lugar un lugar en la revista del taller, porque había que llenarla. Hasta ese momento me tenía al tanto de todo lo que escribía ya que venía una vez por semana a mi casa, a tomar unos mates y a los cinco minutos sacaba su carpeta de apuntes. Un día le dije de la mejor forma que pude, que se dedicara a otra cosa, ya que Borges, era Borges, Cortázar, era Cortázar, y Juan, era Juan. No volvió a casa por dos años.