VISIONARIOS a la gorra 4 | Page 35

Pero, gracias a Dios que nos llegó esto enviado del cielo.

Arrugabas tu nariz cuando probaste por vez primera el jugo quemador de grasa, luego, con el paso de los días te fuiste habituando a su sabor y a sus magnificas propiedades, las cuales no tardaron en surtir efecto. Claro, que cumpliste al pie de la letra como te aconsejaba la dieta. Todo en su justa ración y peso hicieron lo suyo.

Y así al término de la primera semana habías perdido ¡Seis kilos!. Era todo un logro, al séptimo día podías comer hasta el cansancio, pero eso sí, no debías olvidar de tomar el jugo por lo menos dos veces al día.

-La verdad Florencia, te tengo que confesar que me sentí una madre realizada cuando observé tu silueta frente al espejo. Esa figura estilizada, delicada, tan representativa del fin de milenio.

-¡Que placer fue reemplazar todo tu vestuario!, con varios talles menos, para chicas con cuerpos privilegiados. Y… la verdad que la receta lo decía: “continúe con este proceso cuando lo desee y sienta la diferencia, tendrá una sensación de bienestar y comenzará a sentirse mucho más liviana y feliz.”

-Bueno “Flor” se me hace tarde, mamá te promete que te va a visitar el domingo. Chau mi amor. Un beso.

La mujer envolvió las flores secas en un papel y las arrojó en un gran cesto de residuos y apuró el paso, porque el día anunciaba su despedida y el encargado comenzaba a cerrar las puertas del cementerio.