Compliance 2014
2. Buenas prácticas comerciales.
Una asignatura pendiente con graves consecuencias
La prevención de conductas ilícitas en el seno de las empresas se ha convertido, además de en un valor
fundamental, en una necesidad tras las reformas que el legislador ha impulsado en los últimos años
Las compañías están invirtiendo
mucho tiempo y dinero en la
transmisión de la importancia
del cumplimiento normativo, las
conductas éticas y los protocolos
de buenas prácticas. Además, a
nivel internacional, en países como
Estados Unidos y Reino Unido, se
han producido también cambios
legales en este aspecto, y las
multinacionales se ven obligadas a
cumplir con estrictas prácticas de
lucha contra la corrupción en los
países donde operan.
Las consecuencias del
incumplimiento pueden ser
devastadoras para una empresa.
Como afirma Gonzalo Atela, director de
servicios corporativos y abogado senior del
sector bancario, “ha habido, por ejemplo,
escándalos con muchas entidades financieras
y luego es muy difícil quitar esas manchas,
aunque decidan cambiar de nombre. El
consumidor suele tachar a las personas o
compañías que no cumplen, y el prestigio
perdido, es muy difícil de recuperar”.
A este respecto, Ivo Portabales, socio de
Dutilh Abogados, asegura que “el riesgo de
una sanción penal de una empresa no es tanto
por la multa asociada ni por la pena impuesta
sino por el daño reputacional, y si no que se lo
pregunten al FC Barcelona en el caso Neymar”.
Portabales afirma que hay una pugna
clásica en las empresas en relación con los
procesos de desarrollo normativo y la pérdida
de competitividad o dificultades para el
desarrollo del negocio. “Hay un principio
muy extendido que afirma que primero está
el negocio y el compliance viene después,
porque obviamente sin lo primero no se podría
dar lo segundo. Pero la realidad es que los
procesos de cumplimiento normativo no son
excluyentes con la pérdida de competitividad
de una empresa, sino que en la práctica le
puede ayudar”, asegura el abogado. Portabales
apunta que “es claro que las primeras empresas
quieren trabajar con las compañías más
destacadas y los mejores quieren a los mejores
porque les hace ser excelentes. Creo que los
procesos de cumplimiento normativo ayudan a
fijar, velar y tutelar la reputación de la empresa
y juegan un papel fundamental”.
El socio de Dutilh asevera que “los procesos
de cumplimiento normativo ayudan también
a otros aspectos de la empresa, como tener un
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“
El consumidor suele
tachar a las personas
o compañías que no
cumplen, y el prestigio
perdido, es muy difícil
de recuperar.
Gonzalo Atela
sector bancario
”
marco claro de referencia de lo que pueden
o no hacer los equipos, que se sentirán más
motivados y disfrutarán de mejor clima
laboral. El cumplimiento ayuda a fijar los
procesos internos de la empresa y a una mayor
especialización de la misma”.
Por su parte Berta Balanzategui, responsable
de cumplimiento normativo de General Electric
International, cree que lo importante es pensar
que lo que haces en tu compañía, también lo
hacen los demás. “Habría que mirar además a
la mediana y pequeña empresa y también a las
instituciones como ayuntamientos pequeños,
porque la situación en estos casos no es
igual que en las grandes compañías, y hay
que intentar que cale, que les llegue también
el espíritu ético para poder llevar a cabo
diferentes negocios u operaciones juntos”.
Referente a este aspecto, Atela asegura
que “el cumplimiento normativo no es algo
exclusivo de las grandes compañías. Es
importante el papel de la PYME, donde llevar
a cabo estas acciones debe ir más allá de una
estrategia única de cara a los clientes. Atela
cree que tiene mucho efecto interno, como
por ejemplo en recursos humanos. “Hay que
ser coherente que lo que se anuncia, otorga a
la empresa reputación y prestigio interior, y
los empleados trabajan más convencidos de
lo que se hace en el día a día. No es algo sólo
conveniente ante los clientes”.
Trasmitir la voluntad de cumplir
Los expertos se preguntan cómo puede resultar
más adecuado transmitir a los empleados
la voluntad de cumplir, para que éstos se
involucren y, además se lo crean.
Para Balanzategui “lo principal es que el
cumplimiento normativo no sea una labor que
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