Protocolos de prevención y tratamiento de virus animales y vegetales.
•Comprar animales y plantas con los debidos certificados sanitarios, y exigir responsabilidades si se producen las enfermedades de las que estaban libres. Hacer una inspección del lugar donde están los animales y plantas que compramos. (Morales, J. C. 1991).
• La limpieza periódica y esmerada de las instalaciones por una misma persona. - El evitar visitas o hacerlas tomando las debidas precauciones a las entradas (como cambio de ropa, inspección sólo visual a distancia, etc.). (Morales, J. C. 1991).
• El asegurar la desinfección previa de todo lo que entre en las instalaciones (camiones, envases, alimentos, etc. y destruir los embalajes). Evitar todo lo que pueda molestar a los animales, como corrientes de aire en animales estabulados, sustos, etc. Cuidar que la alimentación sea rica en vitaminas y en cantidad suficiente. (Morales, J. C. 1991).
•Las molestias del transporte provocan un debilitamiento general del organismo que hace que los animales y plantas sean más fácilmente atacables por las enfermedades víricas, tanto de las que puedan portar ellos, como de las que puedan encontrar en su nueva residencia. Es por ello que después de los traslados haya que guardar cuarentena aislada hasta comprobar que no se desencadena ninguna enfermedad. (Morales, J. C. 1991).
•Controlar el contacto con otros animales, tales como aves, predadores, insectos, etc. Muy a menudo estos animales actúan de transportadores de virus de uno a otro lado. Estas precauciones deben ser mayores en caso de que se sepa de una enfermedad en las granjas e instalaciones vecinas. (Morales, J. C. 1991).
•Aislar y destruir los animales muertos, inmediatamente. Las principales medidas concretas son las vacunaciones para los animales. No se conocen todavía medidas similares para las plantas. (Morales, J. C. 1991).
Protocolos de prevención y tratamiento de virus animales y vegetales.
•Comprar animales y plantas con los debidos certificados sanitarios, y exigir responsabilidades si se producen las enfermedades de las que estaban libres. Hacer una inspección del lugar donde están los animales y plantas que compramos. (Morales, J. C. 1991).
• La limpieza periódica y esmerada de las instalaciones por una misma persona. - El evitar visitas o hacerlas tomando las debidas precauciones a las entradas (como cambio de ropa, inspección sólo visual a distancia, etc.). (Morales, J. C. 1991).
• El asegurar la desinfección previa de todo lo que entre en las instalaciones (camiones, envases, alimentos, etc. y destruir los embalajes). Evitar todo lo que pueda molestar a los animales, como corrientes de aire en animales estabulados, sustos, etc. Cuidar que la alimentación sea rica en vitaminas y en cantidad suficiente. (Morales, J. C. 1991).
•Las molestias del transporte provocan un debilitamiento general del organismo que hace que los animales y plantas sean más fácilmente atacables por las enfermedades víricas, tanto de las que puedan portar ellos, como de las que puedan encontrar en su nueva residencia. Es por ello que después de los traslados haya que guardar cuarentena aislada hasta comprobar que no se desencadena ninguna enfermedad. (Morales, J. C. 1991).
•Controlar el contacto con otros animales, tales como aves, predadores, insectos, etc. Muy a menudo estos animales actúan de transportadores de virus de uno a otro lado. Estas precauciones deben ser mayores en caso de que se sepa de una enfermedad en las granjas e instalaciones vecinas. (Morales, J. C. 1991).
•Aislar y destruir los animales muertos, inmediatamente. Las principales medidas concretas son las vacunaciones para los animales. No se conocen todavía medidas similares para las plantas. (Morales, J. C. 1991).