Violencia Intrafamiliar Trabajo final de dulce1 | Page 7
Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención
policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica
debido a la violencia padecida.
Fase 3. Etapa de calma, arrepentimiento o luna de miel
Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.
En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por
el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro.
Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo,
etc.
Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una
escalada y su severidad aumente.
A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su
stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí
mismo.
Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.
El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto
a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.
El niño y la niña golpeados
Todos sabemos que
siempre es triste y
doloroso arrastrar la vida
cuando no se recibió amor,
sobre todo de los padres
durante la niñez. Todo el
que ha estudiado un poco
al ser humano, le va a decir
que los cinco primeros
años de la vida dejan una
marca imborrable para
toda la vida, para bien o
para mal. Por eso, el privar
a un niño de amor es como
privar de fertilizante a un
árbol que empieza a
crecer, pero el golpearlo es
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como echarle veneno, lo va
a terminar de matar
psicológica y
emocionalmente, o mejor
va a crecer herido de
muerte. Pero hay golpes y
golpes, algunos golpes
sacan sangre o dejan
morados, incluso un mal
golpe puede producir la
muerte, pero hay otros
mas sutiles que no se ven,
pero que se graban a fuego
lento no sólo en mente
sino en la identidad de ese
niño o de esa niña. Se
graban en su "yo", y los
frutos de estos golpes
emocionales se van a ver
después en sus relaciones
con personas significativas
y en su relación con el
mundo.
Resulta importante hablar
un poco más
detalladamente de esos
golpes, que solamente los
ven o los oyen quienes los
dan, aunque no piensen en
las consecuencias futuras y
terribles que van a traer en
sus hijos.
Está claro, que cuando se
repiten los golpes físicos,
pero sobre todo los