Violencia Intrafamiliar Trabajo final de dulce1 | Page 11
¿Cómo reconocer la violencia doméstica?
La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales
podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o
al ambiente más cercano.
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas
afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo
hogar.
La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más
terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que
todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de
una persona.
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene
huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices
de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la
habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o
simplemente como loca.
A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es,
despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer
maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a
una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los
abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante
años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo con un patrón de abuso psicológico.
Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o
sexualmente, lo primero que hará es negarlo. Negación, es decir: "No, es que yo le pego con
razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la
he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan,
ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.
La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a
hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas. Tanto el adicto a
cualquier droga como el abusador siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.
También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te
voy a dar la mensualidad". Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se