Los expertos coinciden en que las siguientes cualidades son las más importantes de una buena relación:
Respeto mutuo
Comprensión de los sentimientos del otro
Ser capaces de sentir confianza en el otro
Sentir preocupación por el bienestar del otro
Conocimiento del otro: lo que le gusta, lo que desea, lo que le agrada y lo que le desagrada
En una buena relación, los adolescentes muestran respeto, tienen en cuenta nuestros sentimientos, confían en nosotros, se preocupan por nosotros y se interesan por nuestra vida. Por supuesto, todas las relaciones deben ser recíprocas. Por lo tanto, en una buena relación entre padres e hijos, también debemos mostrar respeto por los adolescentes, tener en cuenta sus sentimientos, confiar en ellos, preocuparnos por su bienestar e interesarnos en su vida.
Existen muchas razones por las cuales una buena relación entre padres e hijos es importante para mantener a los niños sanos y seguros. Las investigaciones muestran que cuando tenemos una relación íntima con los adolescentes, existen menos probabilidades de que ocurra lo siguiente:
Meterse en problemas en la escuela.
Meterse en problemas por cuestiones como sexo, drogas, alcohol y tabaco.
Si mantienen una relación sólida con nosotros, los adolescentes tienden a aceptar nuestra supervisión, adoptar nuestros valores e ideales y seguir nuestras reglas, incluso cuando no estamos presentes.