1. El reflejo de Moro
El reflejo de Moro se provoca con un estímulo brusco que rompe la armonía del momento del bebé. Un ruido fuerte, como una palmada, cerca del recién nacido, o pasar de una posición a otra, como la de estar sentado apoyado en la mano del examinador y soltarle, hace que el recién nacido sano reaccione estirando las piernas, los brazos, se arquee la espalda, y termine llorando o dando un quejido fuerte tipo llanto.
Este reflejo está presente desde el nacimiento y de forma intensa dura unos seis meses, después se atenúa y es una reacción que mantenemos durante toda la vida a un cambio brusco en el ambiente.
VIDA SALUDABLE
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