Vida Médica Volumen 74 N°3 2022 N°3 | Page 64

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Médicos Mayores

RESCATE EN ALTA MAR

Dr . Darío Villanueva Orellana

Año 1982 , aparece en el Hospital de Quellón , donde estoy contratado como Médico General de Zona , un muchacho de 23 años , Lalo Miranda , quien ejercía como representante de una aseguradora naviera , que se encargaba de recibir a los enfermos de los buques mercantes que pasaban cerca de la Isla de Chiloé . Cuando se enfermaba un tripulante de esos enormes buques internacionales , se comunicaban con este agente a través de la capitanía de puerto y él contrataba una lancha pesquera para trasladar a los pacientes desde los barcos mercantes al puerto de Quellón . Ahí empezaba nuestro accionar . Lalo me dice que hay que ir a examinar al tripulante de un barco pesquero que viene por el golfo del Corcovado y tendríamos que encontrarnos en dos horas frente a la isla San Pedro . “¡ Viene delicado de salud !, por lo que se requiere un Médico presente ”, dijo . Nunca había subido a una lancha pesquera , ni había visto un barco mercante , por lo que me emocionaba vivir una experiencia tan singular . Había que salir rápido , pues comenzaba a anochecer . Me preparé rápidamente , me duché y me puse pantalón de vestir , camisa de marca , vestón de tweed y zapatos de gamuza . Tomé mi maletín de médico , en el que llevaba un fonendoscopio , aparato de Presión arterial , un recetario , dos lápices y algunas muestras médicas -que no pueden faltar- , y mis pastillas para la jaqueca . Vestido a la altura de las circunstancias , me dirigí al muelle donde me esperaba Lalo y el capitán de una lancha pesquera artesanal de no más de 8 metros de eslora , y su ayudante . Ya estaba oscuro e iniciamos el viaje . La lancha no tenía ningún instrumento de navegación , menos radar . Hay que navegar con todas las luces apagadas , a excepción de las que señalan la proa y la popa . En estas circunstancias , cansado después de un día de trabajo , me quedé dormido debido al monótono ruido del motor y el cadencioso movimiento de la navegación . Me despertó Lalo : vamos llegando Doc . Ahí empezamos a ver unas luces que se agrandaron cada vez más , pertenecientes a un barco gigantesco , de más de cien metros de eslora . Parecía una ciudad , la cubierta toda iluminada . Estos buques trabajan