Vida Médica Volumen 71 N°3 - 2019 | Page 47

ESPECIAL: MEDICINA DE EXCELENCIA 47 Dr. Miguel Kottow, bioético de la Escuela de Salud Pública, Universidad de Chile: “EL ‘PROGRESO MÉDICO’ HA SIDO INSATISFACTORIO PARA PROFESIONALES Y PARA PACIENTES” El Doctor en Medicina de la Universidad de Bonn, Alemania, y nombrado “Maestro” por la Sociedad Chilena de Bioética, releva que una medicina de excelencia requiere enfatizar el rol social del médico frente al rol institucional, donde priman criterios de eficacia y eficiencia. En esta entrevista, se refiere a las consecuencias de una práctica médica insuficiente y su impacto en la relación médico paciente. ¿Cuáles son las brechas que a su juicio se presentan en la práctica médica respecto de una medicina de excelencia? Es preferible hablar de profesionalismo médico, recordando que por profesión se entiende el ejercicio idóneo de una ac- tividad de importancia para la sociedad que le concede los privilegios de formar corporaciones cerradas –colegio, con- sejo– a través de las cuales se regula la formación, titulación y ejercicio de sus miembros, y se ejerce la tuición ética sobre sus miembros mediante un código deontológico vinculante. El profesionalismo médico, reconocidamente deteriorado, ha requerido documentos, numerosos recordatorios en los últimos dos decenios, que resaltan ciertos principios: bien- estar del paciente, respeto por la autonomía del paciente y justicia social, así como el cultivo de virtudes como empa- tía, compasión, honestidad, integridad, altruismo y exce- lencia profesional. ¿Cuáles son los obstáculos para avanzar hacia una medicina de excelencia? Los obstáculos sistémicos son tres: medicalización (que in- discriminadamente transforma a las personas en “pacien- tes sanos”; mercantilización (que transforma al paciente en consumidor) y cientifismo (que transforma el paciente en un “caso”). Los obstáculos personales son la aceptación acrítica del mé- dico de las condiciones sistémicas mencionadas, la falta de horizonte histórico y reflexivo (humanidades), para entender que “el ‘progreso médico’ ha sido insatisfactorio para profe- sionales y para pacientes”. ¿Cuál es el rol del médico en el ejercicio de una práctica de excelencia en la medicina? El rol social –expectativas sociales de cumplir determinadas pautas de conducta en pro de la salud individual y poblacional – es opacado por el rol institucional –expectativas requeridas por el organizador o empleador– donde priman criterios de eficacia (cantidad de acciones resolutivas) y eficiencia (bene- ficios materiales/riesgos y eventos indeseables). De todos los aspectos que demanda la excelencia, ¿cuál cree usted que es el más importante para el paciente? La incorporación a la exploración médica de la narrativa en primera persona del paciente, según recalca la fenomenología médica, siguiendo la tradición de una exhaustiva anamnesis para entender la vivencia de enfermedad y los valores per- sonales que influyen en las decisiones médicas del paciente. La medicina se mantiene en la dualidad cartesiana de cuerpo/ alma, prefiriendo ocuparse solamente del cuerpo orgánico. La fenomenología, en cambio, enseña que el ser humano se conforma, efectivamente, de un cuerpo vivo orgánico, pero además de un cuerpo vívido que vivencia y experimenta la realidad tanto de su organismo como del mundo circundante. ¿Cuáles cree que son los efectos que producen en los pacien- tes la ausencia o insuficiencia de una medicina de excelencia? Las insuficiencias y deficiencias de la práctica médica con- temporánea han tenido como efecto principal la desconfianza hacia los sistemas, las instituciones y los individuos involu- crados en la práctica médica. Esta desconfianza conlleva, a su vez, consecuencias importantes: 1. El creciente abandono de la medicina alopática y el recurso a propuestas terapéuticas alternativas; 2. El escepticismo e incumplimiento de progra- mas terapéuticos propuestos; 3. La proliferación de segundas opiniones, de exámenes redundantes sugeridos por el pacien- te; 4) La juridización; 5) La escasa aceptación de programas preventivos cuya fundamentación es, o aparece, débil. Para un ejercicio de excelencia, se requiere la incorporación a la exploración médica de la narrativa en primera persona del paciente, según recalca la fenomenología médica, siguiendo la tradición de una exhaustiva anamnesis para entender la vivencia de enfermedad y los valores personales del paciente FOTOGRAFÍA: LAURA RODRÍGUEZ