Vida Médica Volumen 71 N°3 - 2019 | Page 24

24 } VIDAMÉDICA / REPORTAJE país. No todas las enfermedades transmisibles se comportan igual en otro lugar. Las variables son individuales y lo que de- bemos reconocer es la promoción y facilitar acceso a atención de salud diagnóstico y el tratamiento notificación oportuna”. personal de salud y paciente, también establecer diferencias en las mallas curriculares en todas las carreras de la salud que permitan elevar el entendimiento y la adherencia a los tratamientos”. 4 ¿A los extranjeros les gusta vivir hacinados? ML: “Las condiciones de habitabilidad de los migrantes son resultado de las políticas habitacionales de los países de des- tino. Chile ha abandonado la política habitacional que pon- ga en el centro la vida digna, lo que dice la evidencia es que cuando llegan, las únicas opciones que se les da -por ofertas laborales y salarios a los que acceden- son viviendas en con- diciones de hacinamiento. Según la Casen, son 6 veces más los migrantes internacionales que viven en hacinamiento crí- tico, es decir cinco personas o más en una habitación, con respecto a la población chilena. Es decir, el sistema no se hace cargo de la vulnerabilidad en este ámbito, ya sean nacionales o extranjeros”. 7 ¿Son desobedientes a los cuidados de salud? ML: “La evidencia es clara: es mucho más el problema de los equipos sanitarios que no tienen las competencias para tener un vínculo una comunicación efectiva con los migrantes. Toda vez que ha ocurrido que algún usuario no sepa seguir las indi- caciones tiene que ver con dos cosas. La primera sus determi- nantes sociales, su nivel socioeconómico y educacional, que marca la posibilidad de seguir indicaciones. Por otra parte, los equipos de salud muchas veces no están capacitados para tratar a un paciente extranjero que no maneja idioma del país de destino, el sistema de salud o los nombres de los medica- mentos. El problema es de ambos. Existe un vacío formativo para lidiar con los migrantes y la única forma de cambiar esto es una educación sistemática enfocada en el tema y con pers- pectiva sanitaria de largo plazo. 5 ¿El país de origen determina las enfermedades infecciosas de las personas que proceden de ellos? BC: “Cada ser humano trae una trayectoria, una vida per se. Aprende a cuidar su salud y su cuerpo de cierta manera se- gún el entorno. El dato de prevalencia global de un país, en términos epidemiológicos es cierto, pero hay que separar esos datos con la experiencia de cada persona y no todos van a estar enfermos. Hay países con mayor carga de enfermedades infecciosas, pero no se debe utilizar el país de origen para pe- dir una batería de exámenes. Eso es actuar desde el prejuicio y el gatillante de los estudios debe ser un buen estudio clínico de su historia de salud y de sus conductas individuales per- sonales. No porque es colombiano, venezolano o haitiano se debe prejuiciar porque vas a estar botando plata en exámenes a personas que no tienen la enfermedad y tampoco antece- dentes y se van a pasar otras que pueden estar contagiados y que son de otras nacionalidades”. 6 ¿Los extranjeros no saben seguir indicaciones médicas? JD: “No es que no sigan indicaciones, si no que muchas ve- ces son mal comprendidas porque no logramos superar las dificultades en barreras fundamentales como el lenguaje o las creencias diferentes a las nuestras. Todo eso dificulta el acceso e interacción con migrantes. No nos entendemos de la misma forma. Las limitaciones de lenguaje complican el diag- nóstico y las explicaciones sobre cómo continuar un trata- miento o prevenir enfermedades infecciosas. Se debe realizar una modificación para mejorar la comunicación con nuestros pacientes independiente de su origen. Es necesario dismi- nuir el choque cultural con facilitadores lingüísticos, permi- tir mejorar la atención de salud directa, aumentar la relación 8 El tránsito y llegada a un país no afectan en las enfermeda- des a los migrantes BC: “Hay personas que dicen que las enfermedades que traen los migrantes vienen importadas de sus países y que traen infecciones de afuera. Hay estudios muy interesantes en otros países que indican que los migrantes, especialmente los que enfrentan vulneraciones de derechos también se contagian en el tránsito y en el destino. Estudios documentan que también existe contaminación cruzada, es decir, los locales también contagian a la llegada o mientras se desplazan, en la ruta que toman para llegar hasta el lugar que han elegido para asen- tarse. Es importante ir balanceando responsabilidades, por- que es fácil apuntar con el dedo”. 9 Las embrazadas migrantes no quieren prevenir transmisión vertical de VIH JD: “No existe ningún estudio que demuestre esta conducta. Hoy es un real desafío ofrecer igual estándar para las mu- jeres migrantes embarazadas a las locales. Los principales riesgos son los de tipo obstétrico porque se ha observado una baja asistencia al control o tardía. Las mujeres extranjeras de países menos desarrollados no están acostumbradas o no tienen la formación para buscar apoyo médico en etapas más tempranas del proceso. Probablemente sus condiciones de vida y sicosociales están influyendo en estas conductas Esto es relevante, pero no significa que no quieran prevenir trans- misión de VIH. Existe una barrera de conocimiento, pero las investigaciones internacionales explican que no acceden por- que no saben”.