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país. No todas las enfermedades transmisibles se comportan
igual en otro lugar. Las variables son individuales y lo que de-
bemos reconocer es la promoción y facilitar acceso a atención
de salud diagnóstico y el tratamiento notificación oportuna”. personal de salud y paciente, también establecer diferencias
en las mallas curriculares en todas las carreras de la salud
que permitan elevar el entendimiento y la adherencia a los
tratamientos”.
4 ¿A los extranjeros les gusta vivir hacinados?
ML: “Las condiciones de habitabilidad de los migrantes son
resultado de las políticas habitacionales de los países de des-
tino. Chile ha abandonado la política habitacional que pon-
ga en el centro la vida digna, lo que dice la evidencia es que
cuando llegan, las únicas opciones que se les da -por ofertas
laborales y salarios a los que acceden- son viviendas en con-
diciones de hacinamiento. Según la Casen, son 6 veces más
los migrantes internacionales que viven en hacinamiento crí-
tico, es decir cinco personas o más en una habitación, con
respecto a la población chilena. Es decir, el sistema no se hace
cargo de la vulnerabilidad en este ámbito, ya sean nacionales
o extranjeros”. 7 ¿Son desobedientes a los cuidados de salud?
ML: “La evidencia es clara: es mucho más el problema de los
equipos sanitarios que no tienen las competencias para tener
un vínculo una comunicación efectiva con los migrantes. Toda
vez que ha ocurrido que algún usuario no sepa seguir las indi-
caciones tiene que ver con dos cosas. La primera sus determi-
nantes sociales, su nivel socioeconómico y educacional, que
marca la posibilidad de seguir indicaciones. Por otra parte,
los equipos de salud muchas veces no están capacitados para
tratar a un paciente extranjero que no maneja idioma del país
de destino, el sistema de salud o los nombres de los medica-
mentos. El problema es de ambos. Existe un vacío formativo
para lidiar con los migrantes y la única forma de cambiar esto
es una educación sistemática enfocada en el tema y con pers-
pectiva sanitaria de largo plazo.
5 ¿El país de origen determina las enfermedades infecciosas
de las personas que proceden de ellos?
BC: “Cada ser humano trae una trayectoria, una vida per se.
Aprende a cuidar su salud y su cuerpo de cierta manera se-
gún el entorno. El dato de prevalencia global de un país, en
términos epidemiológicos es cierto, pero hay que separar esos
datos con la experiencia de cada persona y no todos van a
estar enfermos. Hay países con mayor carga de enfermedades
infecciosas, pero no se debe utilizar el país de origen para pe-
dir una batería de exámenes. Eso es actuar desde el prejuicio
y el gatillante de los estudios debe ser un buen estudio clínico
de su historia de salud y de sus conductas individuales per-
sonales. No porque es colombiano, venezolano o haitiano se
debe prejuiciar porque vas a estar botando plata en exámenes
a personas que no tienen la enfermedad y tampoco antece-
dentes y se van a pasar otras que pueden estar contagiados y
que son de otras nacionalidades”.
6 ¿Los extranjeros no saben seguir indicaciones médicas?
JD: “No es que no sigan indicaciones, si no que muchas ve-
ces son mal comprendidas porque no logramos superar las
dificultades en barreras fundamentales como el lenguaje o
las creencias diferentes a las nuestras. Todo eso dificulta el
acceso e interacción con migrantes. No nos entendemos de la
misma forma. Las limitaciones de lenguaje complican el diag-
nóstico y las explicaciones sobre cómo continuar un trata-
miento o prevenir enfermedades infecciosas. Se debe realizar
una modificación para mejorar la comunicación con nuestros
pacientes independiente de su origen. Es necesario dismi-
nuir el choque cultural con facilitadores lingüísticos, permi-
tir mejorar la atención de salud directa, aumentar la relación
8 El tránsito y llegada a un país no afectan en las enfermeda-
des a los migrantes
BC: “Hay personas que dicen que las enfermedades que traen
los migrantes vienen importadas de sus países y que traen
infecciones de afuera. Hay estudios muy interesantes en otros
países que indican que los migrantes, especialmente los que
enfrentan vulneraciones de derechos también se contagian en
el tránsito y en el destino. Estudios documentan que también
existe contaminación cruzada, es decir, los locales también
contagian a la llegada o mientras se desplazan, en la ruta que
toman para llegar hasta el lugar que han elegido para asen-
tarse. Es importante ir balanceando responsabilidades, por-
que es fácil apuntar con el dedo”.
9 Las embrazadas migrantes no quieren prevenir transmisión
vertical de VIH
JD: “No existe ningún estudio que demuestre esta conducta.
Hoy es un real desafío ofrecer igual estándar para las mu-
jeres migrantes embarazadas a las locales. Los principales
riesgos son los de tipo obstétrico porque se ha observado una
baja asistencia al control o tardía. Las mujeres extranjeras
de países menos desarrollados no están acostumbradas o no
tienen la formación para buscar apoyo médico en etapas más
tempranas del proceso. Probablemente sus condiciones de
vida y sicosociales están influyendo en estas conductas Esto
es relevante, pero no significa que no quieran prevenir trans-
misión de VIH. Existe una barrera de conocimiento, pero las
investigaciones internacionales explican que no acceden por-
que no saben”.