70 } VIDAMÉDICA / MÉDICOS MAYORES
Reportaje Médicos Mayores
LA CONFERENCIA
ZAPATA DÍAZ (1999)
Dr. Fernando Lanas Z., Profesor titular Facultad de Medicina - Universidad de la Frontera, Temuco.
Nota de la redacción: Continuando con el recuerdo de figuras de la medicina nacional, pero al contrario de lo
acontecido con la mayoría de las “semblanzas” realizadas por esta publicación, que han sido de médicos de gran
trayectoria y meritoria figuración, vamos a presentar figuras más jóvenes y menos conocidas, pero dignas también de
un reconocimiento justo. Es el caso del Dr. Jorge Zapata Díaz (QEPD).
E
n Abril de 1954, el Directorio de la entonces “Sociedad
Chilena de Cardiología” -todavía sin el apellido de “y
Cirugía Cardiovascular”-, decidió crear una Conferencia
anual llamada “Jorge Zapata Díaz”, en homenaje y recuerdo a
la persona y obra de este destacado cardiólogo chileno que ha-
bía fallecido en Enero de ese año, a los 31 años de edad. ¿Qué
había hecho Jorge Zapata para merecer este reconocimiento
pese a su corta existencia?
Estudió en la Facultad de Medicina de la U. de Chile y fue
seleccionado para realizar un internado de cuatro meses en el
Hospital Broussais de Paris en 1948. Allí, se relacionó con car-
diólogos franceses y en el Servicio de Cardiología del Profesor
Lenégre logró adiestrase en la técnica del sondeo cardíaco.
A su regreso a Chile, desarrolló esta técnica en el Servicio
de Medicina del Profesor Garretón Silva, en el Hospital J.J.
Aguirre. Antes de intentar esta técnica en pacientes, se insertó
personalmente una sonda de cateterismo y caminando con ella
al Servicio de Radiología, pudo comprobar su presencia en las
cavidades derechas del corazón.
Recibió su título de médico en 1949 y entre ese año y 1952 reali-
zó una formación en el Instituto de Cardiología de México, ade-
más de una estadía en la Clínica Mayo antes de regresar a Chile.
Una vez de regreso, se dedicó a trabajar intensamente en el
estudio hemodinámico de pacientes cardiológicos y a fines del
año 1953 presentó un cuadro hemorrágico y febril, diagnosti-
cándosele una Leucemia aguda, probablemente consecutiva de
su actividad laboral, de la cual falleció en Enero de 1954.
La Conferencia Zapata Díaz ha iniciado o culminado los
Congresos de la Sociedad Chilena de Cardiología desde la
década de los cincuenta. Los conferencistas han sido siempre
destacados profesionales del ambiente nacional y han refleja-
do el interés de la Sociedad por temas diversos. Así, el abogado
y profesor Alfredo Etcheverry habló en 1984 de los “Aspectos
clínicos y legales de la práctica médica en Chile”, y en 1987, el
Dr. Ennio Vivaldi dictó una conferencia sobre “Aplicaciones de
la Computación en Medicina. Estado actual y perspectivas”.
Durante los últimos años, el perfil del conferencista ha sido
más identificable: destacados cardiólogos que han hecho una
contribución importante al desarrollo de la Cardiología chile-
na a través de un trabajo como clínico o investigador.
ADENDA DEL DR. OSCAR ROMÁN A.
Tuve la oportunidad de conocer personalmente a Jorge Zapata mientras realizaba mi internado y memoria de título en
Electrocardiograma en el Hospital de la Universidad de Chile. Allí, el Dr. Zapata Díaz era un recién llegado, pero estaba tra-
bajando intensamente en Hemodinamia, en un recinto dependiente de Rayos X, que no tenía nada de los últimos avances en
Cardiología. Yo desconocía que se había realizado por sí mismo un sondeo cardíaco en su persona, emulando al iniciador de esta
técnica, el alemán Dr. Forssmann, que lo había realizado en 1929. Pero en ese entonces, pasaron más de 15 años hasta que el
Cateterismo cardíaco alcanzara ribetes científicos definidos con Cournand y otros a finales de la década del 40.
Zapata Díaz, viendo mi intrusión en su trabajo, me invitó a acompañarlo en un procedimiento rutinario. Comprobé, por un lado,
su experticia y su entusiasmo, pero por el otro (sin que yo lo supiera entonces claramente), que utilizaba un antiguo y peligroso
equipo radiológico, casi sin protecciones hacia el operador, lo que casi con seguridad determinó su enfermedad letal.