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“El principio de autonomía de los pacientes
otorga a las personas la capacidad de
tomar decisiones y de aceptar o rechazar un
tratamiento”
Dr. Alejandro Koppmann
Médico psiquiatra, Centro de Bioética UDD
“En la actualidad, el modelo paternalista en la
relación médico paciente ya no sería admisible,
porque las personas esperan ser consideradas
en la toma de decisiones, especialmente en
circunstancias de enfermedades complejas y
situaciones delicadas”
Dra. Sofía Salas
Departamento de Ética del Colegio Médico de Chile
la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo, la
relación hoy entre el médico y el paciente dejó de ser vertical
y “esto se explica no sólo por el acceso a la información de las
personas que hoy llegan a la consulta con bastantes ideas de lo
que le pasa”, sino a una serie de otros factores.
“Efectivamente el modelo ha cambiado. Esta relación vertical
donde el doctor era quien tenía básicamente el poder de la
toma de decisiones y la información corría en un solo flujo, de
arriba hacia abajo, se ha ido horizontalizando con el paso de
los años”, puntualiza el también miembro del Centro Bioética
de la UDD.
El académico considera que ese principio de autonomía conte-
nido en la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes plantea
que los usuarios “tienen derecho a rechazar un tratamiento,
siempre y cuando esto no acelere su muerte, pero deja en claro
que tienen la capacidad de poder decidir. El principio de au-
tonomía que ha irrumpido ha hecho que el paciente tenga un
rol distinto”.
A su juicio, que los pacientes tengan derecho a rechazar su
tratamiento da un giro en la relación del enfermo y su médi-
co. La judicialización y la desconfianza han creado un clima
enrarecido entre el paciente y su doctor y que sea poco fluida,
dice Koppmann, quien tiene varias publicaciones sobre temas
de las relaciones humanas y el ejercicio de la buena medicina.
La relación ideal, señala, es aquella que garantiza la confiden-
cialidad absoluta, técnicamente suficiente, la continuidad en
el cuidado y no cortar la cadena de cuidado del paciente ni
desentenderse del paciente por la derivación a un especialista.
TOMAR UNA DECISIÓN INFORMADA
La doctora Sofía Salas, académica e integrante del
Departamento de Ética del Colegio Médico de Chile, explica
que “el paternalismo está muy enraizado con la tradición hi-
pocrática, donde el médico era el que sabía lo mejor para el
El Código de Ética de Colmed recalca que negligencia y error médico no son sinónimo.
paciente, e incluso trata de ocultarle al paciente, para que no
tenga temor de lo que le va a ocurrir”.
Esto funcionó durante muchos siglos como un buen ejercicio
de la medicina, en el que el paciente entregaba toda su con-
fianza al médico y no se le ocurría participar en la toma de de-
cisiones y el médico tampoco le daba los espacios necesarios
al paciente para que discutiera con él los mejores cursos de su
tratamiento.
“En la actualidad ese tipo de modelo en la relación médico
paciente ya no sería admisible porque las personas esperan
ser consideradas en la toma de decisiones, especialmente
en circunstancias de enfermedades complejas y situaciones
delicadas”, señala la doctora Salas quien también es docen-
te en el Centro de Bioética de la Facultad de Medicina de la
Universidad del Desarrollo.
La Dra. Salas subraya la importancia que tiene en la relación
médico paciente el principio de autonomía, puesto que “otorga
a las personas la capacidad de tomar decisiones y de aceptar o
rechazar un tratamiento”.
Según la académica, los médicos tienen el desafío de hacer
participar a los pacientes en la toma de decisiones, hacien-
do un esfuerzo para que comprendan las alternativas de tra-
tamiento y las consecuencias de las decisiones que tomen.
“Cuando las alternativas son más complejas, por ejemplo, de-
cidir para tratar este cáncer es mejor operar o hacer radiote-
rapia, o hacer quimioterapia y cada una de esas alternativas
tienen posibilidades de resultados distintos y que van a afectar
su calidad de vida, hay que hacer participar al paciente de la
decisión”, enfatiza.
“Nos encontramos con el problema que hay una asimetría de
información que no es menor entre la información que maneja
el médico desde el punto de vista científico técnico y lo que el
paciente es capaz de comprender de la información que le en-
trega el médico. A mi juicio, el médico debe hacer el esfuerzo