Vida Médica Volumen 70 N°3 - 2018 | Page 45

VIDAMÉDICA //YO PÚBLICO { 45 El Doctor Claudio Mora padece hace dos años de un grave cáncer al páncreas. Pasar de ser un destacado cirujano, a un paciente complejo le ha dado nuevas fuerzas y una perspectiva diferente de la medicina. Desde que fue diagnosticado dejó las atenciones privadas para volcarse a sus dos pasiones: su familia y el servicio público. Por Patricio Cofré A. “Hicimos una tregua con mi tumor, yo puedo comer todo lo que quiera y a él lo dejo tranquilo no haciéndome quimio esta semana”. “Muchos médicos trabajan en el sistema público. Pero les haré una pregunta: ¿cuántos piensan que es un favor el que hacen por ir a un hospital? Yo también pensaba así... ahora sé que las gracias las tengo que dar yo por estar ahí”. “El médico de la clínica mira en menos al de hospital, el del hospital mira en menos al del consultorio, el especialista mira en menos al médico general .. y así nos vamos” ------ Crítico, irónico y sin tapujo alguno. El doctor Claudio Mora es el Jefe de Cirugía del Hospital El Pino de San Bernardo y se ha transformado en un twitero que sorprende con comenta- rios ácidos sobre el diario vivir, la medicina o distintas áreas a sus cerca de 11 mil seguidores. El facultativo ha utilizado la red de los 280 caracteres para dar cuenta de situaciones límite que ha vivido como doctor, reflexiones sobre sus colegas y la profesión y, principalmente, para dar a conocer una realidad completamente radical a la que vivía hace dos años: en 2016 le diagnosticaron un grave cáncer de páncreas. A través de la enfermedad, ha podido ver el mundo desde un punto de vista en el que se ha cuestionado la forma en que funciona el sistema sanitario, las inequidades, los problemas, la lentitud y burocracia en la aplicación de los tratamientos y la diferencia que genera contar con recursos y no. “Lo primero que se me vino a la mente cuando me diagnosticaron fue un paciente muy parecido al que mandé a quimio, le dijeron que no había posibilidades y falleció a los tres meses. Otra persona que atendí hace poco esperó un mes para un scanner. Recién con eso pude mandarla a interconsulta para su quimio, y para empe- zarla deberá esperar un mes más, por lo que habrá perdido casi dos meses. Yo al cuarto día de diagnosticado ya había empezado mi tratamiento. Son diferencias dramáticas”, cuenta. Por esa razón, decidió enfocarse en su familia y en su trabajo en el hospital al que llegó hace casi 15 años. Dejó de lado las consultas privadas y se ha puesto como meta generar cons- ciencia de las necesidades y abismales diferencias en materia de salud. “Con un cáncer de páncreas como el que tengo, las estadísticas dicen que el 100% de las personas habrían falleci- do a los 6 meses. Eso, si yo no hubiera recibido la quimiotera- pia paliativa o de mantención, que no es cubierta por el sector público”, relata. ¿Por qué eligió mantenerse sólo en el hospital? Cuando terminé mi subespecialidad, en 2003, decidí venirme a un recinto de salud que no conocía. Es un lugar donde es difícil trabajar, porque las condiciones externas, la ubicación y la fal- ta de recursos hacen que uno se desanime, pero las personas te hacen darte cuenta que esto tiene sentido, que la medicina es donde uno siente la gratificación del paciente. También es muy relevante la formación de alumnos de pre y post grado para fortalecer el sello de trabajar en el ámbito público, de que las condiciones serán más difíciles y menos cómodas, de que se gana menos dinero, pero que tienen otro objetivo, que es ayudar a las personas. Tenemos que luchar por mejorar nues- tra salud pública. No es fácil. Significa un sacrificio, significa tomar algunos riesgos. ¿Cómo fue pasar de ser doctor a paciente? Fue un cambio muy brusco. Tengo un cáncer avanzado, que no tiene una solución quirúrgica y que tiene pronóstico acotado en plazo. Eso me dio una mirada de la medicina absolutamen- te distinta, al transformarme en un paciente que siente dolor, angustia, que quiere que su médico, más que el tratante, sea quien te acompañe en la enfermedad, en esos momentos difí- ciles. También en una guía, que no sea solo decirnos las cosas desde el punto de vista técnico. Es imposible volver a enfrentar la medicina como lo hacía antes sin hacer un cambio y la expe- riencia que estoy viviendo necesito traspasársela a los colegas y a las personas que me trabajan conmigo. La empatía y el colocarse en el lugar del otro es clave para esta carrera y eso se nos va olvidando. ¿Cuál ha sido el cambio como profesional de la salud? Ha sido un crecimiento gigantesco. Uno se quedaba en lo téc- nico, olvidando que detrás de la persona hay una familia, un