Vida Médica Volumen 70 N°3 - 2018 | Page 40

40 VIDAMÉDICA / FalmedEduca Licencias médicas: HACER BUEN USO DE UN DERECHO La entrega de solo tres talonarios anuales para cada facultativo generó la preocupación entre los profesionales de la salud y el Colegio Médico. Frente a la medida gubernamental, que buscaría acelerar el proceso de implementación de la licencia electrónica, los propios médicos han dejado en evidencia la serie de problemas que deben enfrentar a diario con el sistema y la necesidad de que el fin de la licencia en papel sea gradual. Por Paulo Muñoz E n agosto pasado, una circular de la Subsecretaría de Salud Pública alertó sobre la restricción en el uso de licencias médicas de papel, acotando su disposición a solo 150 documentos en este forma- to; medida que no afectaba, según explicó la autoridad, a los profesionales que ejercían en la red de salud pública e institu- ciones de salud privada. Por esos días, la subsecretaria de Salud Pública, Dra. Paula Daza, dijo que la disposición solo era parte del proceso natural de im- plementación a nivel nacional del sistema de licencia médica elec- trónica, que –por cierto– es calificada por la autoridad como una medida eficiente para enfrentar la emisión de documentos falsos por parte de profesionales de la salud. Conocida la circular, la primera inquietud que surgió entre los facultativos y en el propio Colegio Médico fue preguntarse si la transición hacia la licencia médica electrónica se desarrollaba en los plazos planteados por la cartera, las empresas que disponían del sistema tecnológico aseguraban su correcta operatividad y si los pacientes, de cada una de las localidades del país, accedían, sin problemas, a esta nueva forma de hacer uso de su derecho al reposo por enfermedad. El Dr. José Miguel Bernucci, secretario general del Colegio Médico, dice que ante la inquietud de los colegiados, el gremio optó por realizar una consulta abierta, durante agosto y septiem- bre, sobre el uso del sistema de licencia médica electrónica en sus lugares de trabajo, tanto en salud pública como privada. De los consultados, un 70% reconoció haber tenido problemas asocia- dos a caída del sistema informático, reconocimiento de huellas del médico y paciente, falta de respaldo e inconvenientes para que pacientes postrados realizaran el procedimiento, entre otros. “Probablemente, acá en Santiago sea mucho más fácil dispo- ner de una licencia electrónica, pero tenemos que plantear que las tres empresas prestadoras del servicio, –en algunas comunas solo opera una–, tienen un retraso de entre 60 y 90 días solamente para llevar el huellero y ahí hay un pro- blema de implementación que es bastante claro”, plantea el dirigente gremial. La consulta realizada por la Orden también incluyó a los pro- fesionales que siguen utilizando el antiguo formato de licen- cias. De ellos, 37% lo justificó porque las empresas no han implementado el servicio; 9,5% dijo no manejar el sistema y 9% por no contar con internet en su lugar de trabajo. Los problemas de conectividad y de funcionamiento del dis- positivo electrónico son una realidad que ha constatado el Dr. Jaime Tapia, director de comunicaciones de la Sociedad Chilena de Pediatría y vicepresidente del Regional Concepción del Colegio Médico. “Hay una discriminación importante con aquellos sectores donde no existe la tecnología y la conectividad suficiente para que el médico pueda acceder a la licencia electrónica porque no llega la señal, porque la señal es débil, porque se cayó el sistema o porque no hay implementación. Estoy hablando, en la Región del Biobío, de comunas como Cañete y Arauco, don- de el reporte que tenemos de los médicos es que el sistema es muy inestable y no permite asegurar la disponibilidad 100% en horario de trabajo”, destaca el Dr. Tapia. MÁS DE 900 RECLAMOS DE MÉDICOS En la práctica, los problemas tecnológicos son subsanados por los médicos recurriendo a los talonarios de licencias de papel.