26
VIDAMÉDICA / FalmedEduca
Diputado Dr. Juan Luis Castro
Expresidente del
Colegio Médico y de Falmed
“Monlezun estuvo en el lado
correcto, nunca se acomodó
ni buscó un privilegio”.
siempre centrado en el médico. El Dr. Elgueta tenía un grado
militar. En paralelo, el Dr. Monlezun era un reconocido “hom-
bre de izquierda”. A pesar de sus diferencias, considerando el
contexto político y social del momento, “Kléber” fue el primero
en ofrecer su ayuda.
—Muy milico será, pero es médico. Lo están acusando de ne-
gligencia y está botado. Hay que ayudarlo de alguna manera—,
afirmó el Dr. Monlezun en una reunión directiva en el Colmed.
Luego de sus argumentos, se invitó al Dr. Elgueta al Colegio
Médico, presidido entonces por el Dr. Ricardo Vacarezza,
para conocer detalles de la fallida operación y analizar la
posibilidad de entregar una ayuda. Al traumatólogo ya lo
habían despedido.
“Yo siento que le dimos limosna a un ciego, porque perdió no
solo plata, sino su prestigio. Han barrido el suelo con él, yo
creo que esto nos puede pasar a cualquiera”, fueron palabras
del Dr. Monlezun que recuerda hoy el Dr. Juan Eurolo.
Este instante decisivo que lo llevó a crear Falmed, también hizo
ver al Dr. Monlezun que era imprescindible apostar también por la
educación y la buena relación médico-paciente, aspectos centra-
les en la buena praxis médica.
SE AFIRMAN LAS BASES DE LA FUNDACIÓN
En 1994 se conciliaron aspectos legales, gremiales y éticos
de la futura relación del Colegio Médico y Falmed. El 13 de
enero de 1995 se firmaron los estatutos de la Fundación y
se eligió a la primera directiva: Dr. Kléber Monlezun, presi-
dente; Dr. Fernando Espina, vicepresidente; Dr. Juan Maass,
secretario; Dr. Juan Eurolo, tesorero; y el abogado Jaime
Varela como director.
Dr. Enrique Accorsi
Exdiputado y expresidente
del Colegio Médico
“Kléber era partidario que los
temas vinculados a la mala praxis
se enseñaran en las universidades
a los futuros médicos”.
El 4 de julio de 1995 el Consejo General del Colmed ratifi-
có la constitución de Falmed. El 11 de julio de ese año, el
Ministerio de Justicia aprobó sus estatutos, obteniendo así
su personalidad jurídica. Falmed se impulsó desde el gremio
como una entidad independiente al Colegio Médico, con otro
RUT y otra forma de organización. Se erigió como fundación
y no asociación gremial. Se consideró que no era procedente
que a un médico acusado de negligencia el Tribunal de Ética
lo juzgara y, por otro lado, una instancia del mismo Colegio
lo defendiera judicialmente. Sin embargo, sí se estimó que
la Fundación debía responder a los valores y códigos éticos
de la institución madre.
UN PUERTOMONTINO MÁS
Joven procurador en esa época y futuro abogado jefe de
Falmed, Juan Carlos Bello, lo evoca. “Era un persona muy
cercana y de gran solidaridad. Uno conversaba y reía con
él. Era muy inteligente, porque siempre tenía un punto de
vista interesante sobre temas cotidianos. Era un hincha del
gremio y defensor de los médicos”.
Según Bello, fueron tres razones que impulsaron al Dr. Monlezun
a la creación de Falmed: “El emblemático caso Beraud; que dos
de sus hijos son abogados y, en tercer lugar, el resguardo de la
labor médica”.
A fines de la década del noventa, la psiquiatra Dra. María Loreto
Lorca era presidenta del Consejo Regional Puerto Montt. “El Dr.
Monlezun fue nuestro consejero, es decir, nuestro representante
ante la mesa nacional”, precisa.
“Su interés por iniciar Falmed estaba en la necesidad de mejo-
rar la relación médico-paciente y su énfasis no era juntarnos