30 VIDAMÉDICA / FalmedEduca
Dra. Dominique Truan Secretaria técnica del Depto. de Ética y DD. HH. Consejo Regional Santiago
Aprendí que si la mujer habla de su guagua, aunque aún no lo sea, tú sigues hablando de su guagua. Si le da un nombre, usas el nombre
Hay datos que son más difíciles, pero no hay que minimizar lo que está ocurriendo”, advierte el ginecobstetra. La psicóloga Palacios añade:“ En el embarazo de riesgo, hay una cierta preparación, el duelo comienza antes. En cambio, para estas madres cuyos bebés se mueren al final del embarazo, es tremendamente duro, porque hay un niño que ya tenía nombre, que estaba inserto en la vida de la familia. En estos casos quedan todos bien afectados, porque a veces los médicos tampoco lo esperaban”.
Control de su parto Si en algo coinciden quienes han acompañado a sus pacientes con diagnósticos de inviabilidad o durante pérdidas gestacionales, es en que los médicos deben validar las emociones de la mujer, sin apurarla en la toma de decisiones y cuidando su lenguaje verbal y no verbal.“ Se debe proveer un ambiente de respeto e intimidad para comunicar la mala noticia. Exponer las causas probables y la necesidad de tomar exámenes para lograr una explicación, también para futuras gestaciones”, ilustra el Dr. Poblete. La secretaria técnica del Departamento de Ética y Derechos Humanos del Consejo Regional Santiago, Dra. Dominique Truan, describe su experiencia en la constatación de este vínculo:“ Aprendí que si la mujer habla de su guagua, aunque aún no lo sea, tú sigues hablando de su guagua. Si le da un nombre, usas el nombre”, relata.“ Todo se complica cuando son otros los que toman decisiones por ti. Porque es tu cuerpo, tu hijo, tu duelo. A veces los médicos buscan una vía de solución rápida porque creen que así van a provocar alivio, pero ese dolor no se evita. Lo único que estás provocando es que la elaboración de ese duelo sea de peor calidad. Es mejor la calma, si no hay razones médicas, se puede esperar antes de inducir un parto”, sostiene la Dra. Truan. La fundación española Umamanita estudia estas materias hace dos décadas. Su principal investigador, Paul Cassidy, considera que el rol del médico es fundamental una vez que ha ocurrido una muerte perinatal. Recomienda“ apostar a la calma, que aporten en seguridad, denle un poco de control y confianza a la familia, para que pueda tomar decisiones”. Jillian Cassidy, cofundadora, agrega que“ a veces se les escapa que hay que entregar información para dar mayor tranquilidad. Cuando llega el momento del parto, a veces un detalle puede eclipsar toda una atención buena. Por eso es mejor contar con protocolos”.“ La mejor manera de devolver el control en esa situación es darle a la mujer la posibilidad de la toma de decisiones sobre su cuerpo, qué tipo de parto, qué postura, cuándo los analgésicos, entre otras. Es un derecho de todos los pacientes, pero en estos momentos tiene además un sentido terapéutico. La mujer toma control sobre su capacidad de parir”, destaca Paul Cassidy. La revista BMC Pregnancy and Childbirth publicó en enero de este año un artículo con los resultados de una encuesta de Umamanita sobre la calidad de la atención sanitaria en España. La investigación concluyó que la mitad de las encuestadas tuvo contacto con su bebé, un tercio guardó algún objeto o fotografía, cifra similar a los casos donde no se hizo posible la recuperación del cuerpo para una disposición particular. En cuanto a la atención clínica, el 22.9 % de los casos de muertes intrauterinas en gestaciones superiores a las 26 semanas terminaron en cesárea, casi el doble que en EE. UU., Reino Unido y países escandinavos. Este último dato es muy importante porque, aun cuando muchas mujeres se han sentido“ obligadas a parir un hijo muerto”, si no hay razones médicas que indiquen lo contrario, lo recomendable es evitar la cesárea.
Protocolizar la atención Para el Dr. Christian Figueroa, Jefe de Maternidad del Hospital Clínico Metropolitano La Florida, reconocida por abrir las“ Salas de Atención Integral del Parto”, no hay espacio para improvisaciones.“ Tratamos de que sean atendidas en estas salas de parto integral, donde son acompañadas por su pareja o la persona más significativa para ellas, ojalá siempre con el mismo equipo, que tenga la oportunidad de anestesia cuando ella lo solicite y que al final, previa conversación con la pareja, vean a su guagüita si así lo desean. Es un momento que puede parecer terrible, pero que en general es bastante significativo para los papás”, describe el Dr. Figueroa. Con respecto a la necesidad de establecer protocolos, el médico es enfático:“ No hay que improvisar, esto tiene que estar claramente establecido, porque los pacientes no pueden escuchar frases nefastas como‘ quédate tranquila porque Dios así lo quiso’, que parecen tan comunes pero que provocan más daño.