Vida Médica Volumen 68 Nº3 - 2016 | Page 66

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EXPERTO En tanto, el destacado médico cirujano y experto en gestión de calidad y riesgos, Dr. Reynaldo Gheza Pontarelli, quien además es coautor, junto a las investigadoras Nancy Alvarez y Andrea Martones, del Estudio Nacional de Incidencia de Eventos Adversos en Hospitales en Chile, aseguró que la seguridad médica es hoy un importante desafío para nuestro país en el Siglo XXI. Cabe resaltar que su estudio sobre eventos adversos en hospitales de Chile, fue financiado y avalado por la OMS, lo que permitió en 2009, establecer que nuestro país posee menos eventos adversos que otros países, entre ellos, España, además de permitir considerar estrategias de intervención específicas para eventos o sucesos adversos en hospitales.“ Si usted me pregunta si la salud en Chile es segura, conociendo los resultados de nuestro estudio y de la propia OMS, debemos inferir que sí y que podría ser aun mejor, si contáramos en el país con un mayor gasto en salud, en infraestructura y capacitación del personal, lo que nos permitiría estar a la altura de los parámetros de seguridad de países como Francia e Inglaterra, avances que hoy, sólo en el concierto latinoamericano, nos mantiene en los primeros lugares”, agrega. Sin embargo, el Dr. Reynaldo Gheza manifiesta que todo mayor avance en materia de seguridad médica en el país“ pasa también por establecer Unidades de Gestión de Riesgo en todos los centros médicos públicos y privados del país”. De acuerdo con lo anterior, dichas unidades, según el Dr. Gheza, deben utilizar como herramientas el Protocolo de Londres, el Análisis Modal de Fallos y Efectos( Amfe) con origen en el desarrollo aeroespacial y el Análisis Causa-Raíz.
PROTOCOLOS En su versión actualizada,“ El Protocolo para Investigación y Análisis de Incidentes Clínicos”, más conocido como System
Analysis of Clinical Incidents: The London Protocol, cuyos autores son los doctores( PhD) Sally Taylor-Adams y Charles Vincent, miembros de The Clinical Safety Research Unit, Imperial College of London, UK, constituye una guía práctica fundamental para nuestros administradores de riesgo en recintos de salud. La nueva versión de este protocolo se desarrolló teniendo en cuenta la experiencia en investigación de accidentes, tanto en materia de salud, como de otras industrias, como la aviación, producción de energía nuclear y petróleo, áreas productivas que han avanzado enormemente en su prevención de riesgos. Según el Dr. Gheza, el propósito del Protocolo de Londres, es facilitar la investigación clara y objetiva de los incidentes clínicos, lo cual implica ir mucho más allá de simplemente identificar la falla, o establecer quién tuvo la culpa. Por tratarse de un proceso de reflexión sistemático y bien estructurado, tiene mucha más probabilidad de éxito que aquellos métodos basados en tormenta de ideas, o en sospechas basadas en valoraciones rápidas de expertos. Este protocolo cubre el proceso de investigación, análisis y recomendaciones, insistiendo en que la metodología propuesta tiene que desligarse, hasta donde sea posible, de procedimientos disciplinarios y de aquellos diseñados para enfrentar el mal desempeño individual permanente. Reducir efectivamente los riesgos implica tener en cuenta todos los factores, cambiar el ambiente y lidiar con las fallas por acción u omisión de las personas. Esto jamás es posible en una organización cuya cultura antepone las consideraciones disciplinarias. Para que la investigación de incidentes sea fructífera es necesario que se realice en un ambiente abierto y justo.
LEX ARTIS Para el abogado jefe nacional de Falmed, Juan Carlos Bello, los protocolos enunciados cumplen un rol preponderante en el devenir de la medicina. Según el experto jurídico de Falmed,“ tienen la virtud de ser un protector de eventuales eventos adversos respecto de los pacientes y por otra parte, entregan al médico herramientas eficaces y eficientes para ejercer más seguro”, añade. Bello destaca que Falmed fue la primera institución en Chile en firmar este resguardo con los protocolos de seguridad.“ Todo ello nos permite desjudicializar. Hace cuatro años atrás vinieron los representantes mundiales de la llamada Pausa de Seguridad, junto con la Sociedad de Anestesiología y firmamos un convenio de colaboración que fue pionero en su tipo”, recuerda. De igual modo, el abogado argumenta que los protocolos no constituyen una suerte de“ amarre” a la actuación de los médicos.“ Los protocolos de atención establecen normas generales para la atención de pacientes en concreto. Dado que su esencia tiene que ver con Lex Artis, estos protocolos deben ser utilizados por los médicos, ser confeccionados y conocidos. Sin embargo, los protocolos deben estar adscritos a las realidades locales, más que a normas internacionales”, sentencia. Según Bello, cada hospital debiera tener sus propios protocolos y equipos encargados de la seguridad médica.“ Hay que ceñirse a los protocolos en la medida que son beneficiosos para el paciente. Pero insisto a los médicos que siempre hay que seguir la indicación que nos entrega la Lex Artis, para buscar la beneficencia del paciente. Los protocolos son parte de la Lex Artis, no son toda la Lex Artis”, concluye. Finalmente, tal como se ha demostrado, los antecedentes clínicos y los protocolos de consentimiento, son elementos basales en la discusión si un médico actuó dentro de la Lex Artis, si es culpable o inocente, si fue o no negligente. En ese sentido, la solicitud de anamnesis y las indicaciones consignadas en los antecedentes clínicos, dan las herramientas a los abogados para defender correctamente a los médicos ante los tribunales de justicia.