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VIAJES INCREÍBLES
E scocia es un destino que parece sacado de un cuento antiguo. Entre montañas cubiertas de niebla, lagos profundos que guardan misterios, castillos que parecen flotar en el tiempo y ciudades vibrantes donde la historia convive con la modernidad, este país del norte del Reino Unido se presenta como un viaje a la esencia misma de la belleza natural y cultural. EDIMBURGO, EL CORAZÓN HISTÓRICO Y CULTURAL La capital escocesa es el punto de partida ideal. Edimburgo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, combina la elegancia georgiana de su Ciudad Nueva con la mística medieval de la Ciudad Vieja. El Castillo de Edimburgo, erguido sobre una roca volcánica, domina el horizonte y ofrece una vista impresionante de la ciudad. Desde allí, el paseo por la Royal Mile lleva al viajero a perderse entre tiendas de kilts, whiskies, joyas celtas y leyendas urbanas. Durante agosto, la ciudad se transforma con el famoso Festival Fringe, el evento artístico más grande del mundo, donde las calles se llenan de música, teatro, comedia y color. Y si se visita en invierno, los mercados navideños y el Hogmanay, la fiesta de Año Nuevo más emblemática de Escocia, regalan una experiencia mágica. Al norte se extiende el alma más pura del país: las Tierras Altas o Highlands. Este territorio, vasto y majestuoso, es sinónimo de libertad y leyenda. Las carreteras serpentean entre valles verdes, montañas imponentes y lagos que reflejan cielos dramáticos. Uno de los lugares más emblemáticos es el Loch Ness, hogar del famoso monstruo“ Nessie”, pero también un lago de belleza conmovedora, rodeado de castillos en ruinas y bosques ancestrales. El Glencoe, con su paisaje de origen glaciar, es otro de los escenarios más impactantes del país. Ideal para hacer senderismo o simplemente contemplar su naturaleza indómita, este valle evoca las antiguas batallas de clanes y la melancolía de la historia escocesa. En el camino, pequeñas aldeas como Fort William o Pitlochry ofrecen una pausa acogedora, perfecta para disfrutar de un whisky ahumado junto a una chimenea. Más allá del continente, Escocia es un archipiélago fascinante. Las Islas Skye, Mull, Lewis y Harris son joyas naturales donde los acantilados se funden con el mar y las ovejas pastan entre praderas infinitas. La Isla de Skye, con su espectacular formación rocosa del Old Man of Storr y la magia del Fairy Glen, parece un escenario de fantasía. En el norte, las Orcadas y Shetland ofrecen un contacto más íntimo con la historia vikinga y la vida salvaje: colonias de frailecillos, focas y orcas que se acercan a las costas. Mientras tanto, las playas de arena blanca y agua turquesa de Harris sorprenden a quien
Escocia cuenta con más de 2,000 castillos, cada uno con una historia única. Desde el imponente Castillo de Stirling, símbolo de independencia nacional, hasta el romántico Eilean Donan