Veridis Music Mayo 2013 Mayo 2013 | Page 26

Reseña

Bankrupt! es la quinta producción de Phoenix, que fue presentada de manera internacional a través del sello V2 Records ayer y que fue producido por Philippe Zdar, quien además de trabajar en la producción también es miembro de la agrupación Cassius. Además fue grabado en los estudios Motorbass Studio, en París, durante el 2011 y el 2012.

El álbum arranca con "Entertainment", que es el primer y único single -por ahora, claro- donde el protagonista es el órgano y los beats de fondo, al menos durante el comienzo. Después logramos reconocer la música de Phoenix. Ese sonido único pacífico y al mismo tiempo completamente bailable, con subidas y bajadas y el coro pegadizo que no podremos sacarlo de ninguna manera de lo más profundo de nuestra mente. Este single fue presentado en el show radial de Zane Lowe en la BBC Radio el pasado 18 de febrero con un éxito notable. De hecho también hicieron una versión muy casera y acústica de la cual también les estuvimos hablando con un resultado muy bueno.

En un primer momento, cuando recién arrancaron a hablar de la producción, la agrupación dijo que estaba tratando de alejarse un poco del material que había producido siempre, que había tratado de hacer las cosas un poco más experimentales. Si bien no consideraría al conjunto total que es Bankrupt! como un álbum experimental, sí se puede decir que el sonido es bastante novedoso. Sobre todo porque hay sonidos mucho más sintéticos. Sin lugar a dudas, es el disco en el que más sintetizadores utilizaron. Sea como sea, no son esos sintetizadores duros y que a la larga terminan por cansar y hacer mal a los oídos. Son esos sintetizadores a los que ya estamos acostumbrados: tranquilos, amorosos, pacíficos.

La única canción que se arriesga y verdaderamente me pareció, al estilo de Phoenix lógicamente, experimental fue la que le dio nombre a la producción. Es un tema que dura siete minutos y la letra arranca hacia el final. Empieza bien electro con beats constantes que acompañan a toda la canción y después se mete un órgano medio extraño y que, al parecer, no tiene demasiado rumbo. Varía mucho. momentos se vuelve un poco más duro, en otros lo hicieron más volador y hacia el final se convierte en un tema más convencional. Si me preguntan, no me mató. La última parte está muy bien, mientras que la primera simplemente está demás.

Por momentos se vuelve un poco más duro, en otros lo hicieron más volador y hacia el final se convierte en un tema más convencional. Si me preguntan, no me mató. La última parte está muy bien, mientras que la primera simplemente está demás.

El disco tiene momentos altísimos de una calidad espectacular. Esos momentos están en la oscuridad de "Chloroform", que es un tema bien abajo, con una música que transporta a un ambiente solitario; "Don't", que va mucho más veloz y me parece una de las canciones más interesantes y grooveras de la producción; "Drakkar Noir", muy arriba, pegadiza y voladora con sintes de ángeles; y otros que no lo son tanto, como "Bourgeois" o la primera parte de "Bankrupt!" , que lograron aburrirme.

En resumidas cuentas, es una producción que vale muchísimo la pena. Thomas Mars, Deck d'Arcy, Laurent Brancowitz y Christian Mazzalai se tomaron cuatro años no solo para descansar sino también para producir cosas nuevas que valieran la pena.