Veridis Music Febrero 2013 Febrero 2013 | Page 26

EL DISCO

HEARTTHROB

Un disco atrevido y sin tapujos

Las hermanas Tegan y Sara Quin abandonaron sus guitarras para acomodarse detrás de sintetizadores chiclosos sin abandonar la temática del desamor en sus canciones.

Sabíamos de antemano que el nuevo disco de Tegan and Sara sería algo nuevo. No nuevo en el sentido sonoro, sino nuevo para una banda con más de una década de carrera haciendo indie rock romántico y revoltoso. Lo sabíamos no solamente porque nos dimos cuenta al escuchar sus adelantos, donde las hermanas Tegan y Sara Quin abandonaron sus guitarras para acomodarse detrás de sintetizadores chiclosos sin abandonar la temática del desamor en sus canciones, sino porque el mismo grupo confesó que sus intenciones con este disco eran llegar a la mayor cantidad de oyentes posibles, sin importar que algunos de sus viejos fans quedaron desencantados. Tienen los discos viejos para eso, dijeron, y se lanzaron a una aventura acompañadas de varios productores para finalmente dar a luz Heartthrob, una colección de diez canciones donde el pop es moneda corriente y las hermanas canadienses demuestran ser una fábrica de hits.

La verdad es que Heartthrob es un disco arriesgado. El cambio de la sonoridad es evidente y no será bien digerido por los fans más acérrimos del grupo canadiense. Las canciones de Heartthrob no tienen absolutamente nada que ver con las canciones que podemos escuchar en sus discos anteriores, e incluso tienen una brecha estilística importante con Sainthood, su disco de 2009 que es el que contó con más sintetizadores. ¿Es un disco comercial? Ciertamente, lo que no quiere decir que sea un disco malo. Me parece que la apuesta de Tegan and Sara ha funcionado, y entiendo que puede ser algo polémico, sobre todo si disfrutamos de sus anteriores esfuerzos. Quizás en parte esto reside en la valentía que hay que tener en cambiar la música que se viene haciendo por más de una década, y en esto, Tegan and Sara siempre se han destacado.

Los discos de estas dos hermanas nunca se han parecido. Si bien mantienen una línea entre So Jealous, The Con y Sainthood, en un primer momento hacían un folk pop insoportable respetado ahora solamente por sus fans, para luego evolucionar a una especie de pop con elementos algo punky en su segundo disco de estudio (oficial) If It Was You. Después se metieron de lleno en la esfera indie, con tres fantásticos discos en los que las composiciones pop de Tegan se combinaban muy bien con la experimentación alternativa de las canciones de Sara. Ahora, las dos hermanas encuentran un punto intermedio gracias a la colaboración de productores como Mike Elizondo, Greg Kurstin de The Bird and The Bee, y Justin Meldal-Johnsen, quien también ha colaborado con M83. Todos productores con experiencia que supieron encontrar el sonido decididamente pop que estaba buscando la banda.

Otro punto importante a considerar es el hecho de la influencia electrónica que ha tenido este disco. Si bien las hermanas acusan influencias que varían desde Kate Bush a Katy Perry, pasando por Cindy Lauper –notamos ciertamente las vibras ochentosas en todas las canciones- no son ajenas a las colaboraciones electrónicas. En estos últimos cinco años, han trabajado escribiendo canciones originales para artistas importantes de una variedad de géneros, como “Feel It In My Bones” para Tiësto, “Body Work” para Morgan Page, y una colaboración algo nefasta con David Guetta. Y lo curioso es que muchos de estos trabajos fueron laudados por los mismos fans que hoy en día son lapidarios con el sonido de este nuevo disco. Sinceramente, este volantazo en la dirección musical se veía venir, y también es ciertamente atrevido por parte de la banda. Pero comencemos con lo que interesa, que es el análisis de las canciones.