Veridis Music Febrero 2013 Febrero 2013 | Page 19

RESEÑA

Yo La Tengo está de regreso, cuatro años tuvieron que pasar entre Popular Songs (2009) y Fade, cuatro años en los que el trío de Nueva Jersey tocó en pequeños y grandes foros, se dio un tiempo libre y todas esas cosas que pasan entre un disco y otro. Lo cierto es que algo sucedió en sus vidas que los hizo escribir canciones bellas, tranquilas y llenas de esperanza, aunque con un toque de nostalgia y melancolía, en palabras de Ira Kaplan: “son observaciones sobre la vida que nos rodea.”

Los que son muy fanáticos de un grupo tienden a defender con uñas y dientes todo lo que éste edita a lo largo de su carrera e incluso se atreven a asegurar que el próximo disco que saquen será buenísimo sin siquiera haber escuchado tema alguno. Lo sano es poder tener capacidad crítica y admitir, si así ha sido el caso, que tu grupo favorito ha sacado un disco horroroso en alguna ocasión. Meter la pata es algo normal, casi necesario en la historia de una banda y hay pocas de las que se pueda afirmar que su discografía es consistentemente buena. Hay pocas, pero las hay y Yo La Tengo es una de ellas, de las pocas por las que te la jugarías al apostar por su próximo álbum aunque no lo hayan empezado a grabar.

Al considerar que nunca han bajado del notable desde que ‘Ride The Tiger’, su debut, viese la luz en 1986, se merecen más que un voto de confianza y por otro lado no debemos olvidarnos de otra de sus grandes bazas: cuando muchos grupos consagrados sacan buenos discos que, si bien están a la altura de lo que de ellos se espera, apenas arriesgan, manteniéndose en una permanente zona de confort, los de Hoboken van y se la juegan con cada paso que dan, probando cosas nuevas, agitando sus cimientos para encontrarles nuevas posibilidades a su sonido. No nos referimos a cambios radicales a toda costa, sino más bien a dar nuevas pinceladas a su estilo, de manera que siempre suenen excitantes.

Su espíritu inquieto lo es aún más en ‘Fade’, un nuevo álbum que sucede al estupendo ‘Popular Songs‘ (2009), pues para empezar han prescindido de los servicios de Roger Moutenot, quien había producido todos sus trabajos desde ‘Painful’ (1993) para grabar sus nuevas composiciones en los estudios Soma de Chicago y dejarse guiar por John McEntire (Tortoise). El entramado sonoro de ‘Fade’ combina dos acciones: por un lado han echado la vista atrás, fijándose en lo propuesto a mediados de los 90 con discos como el citado ‘Painful’, ‘Electr-O-Pura’ (1995) o su celebradísimo ‘I Can Hear the Heart Beating as One’ (1997), pero sin dejar de lado los elementos de pop clásico de sus últimos lanzamientos ni olvidándose de sus álbumes de principio de la pasada década, como ‘Summer Sun’ (2003). En resumidas cuentas, es una homogénea mezcla de las diversas direcciones que han tomado en los últimos veinte años, pero sin caer en la nostalgia.