En marzo del 1973 salió a la venta uno de los discos clave en la historia reciente del rock y de la música en general. El octavo álbum de estudio de Pink Floyd no solo se convirtió en un disco de culto, también fue un éxito mundial que situó a los británicos como una de las bandas más importantes del planeta. Muchos lo consideran el mejor trabajo de su carrera, pero intentar discernir qué disco de Pink Floyd es mejor es una discusión estéril: toda la discografía del grupo es una obra de arte y yo me podría quedar con Animals, pero cada uno que elija el disco con el que más conecte. Este año se cumplen 40 años de The Dark Side of the Moon, así que merece escucharlo con más detalle.
Cuando Pink Floyd publicó The Dark Side of the Moon, apenas se habían cumplido seis años de su estreno en la industria musical, pero en sus inicios fue un grupo treméndamente prolífico y ya tenían publicados siete álbumes de estudio: The Piper at the Gates of Dawn (1967), A Saucerful of Secrets (1968), Music from the Film More (1969), Ummagumma (1969, en directo), Atom Heart Mother (1970), Meddle (1971) y Obscured by Clouds (1972). Tras un comienzo algo convulso, con la salida del fundador Syd Barrett por sus problemas con las drogas, Pink Floyd tuvo que reconfigurar sus filas con la incorporación de David Gilmour, que le sustituyó en la guitarra y como cantante. El último concierto con Barrett en activo fue el 20 de enero de 1968.
En su primera etapa consiguieron crearse un nombre propio dentro de la escena musical gracias a los discos más experimentales de su carrera, A saucerful of secrets sería el mejor ejemplo. Su rock psicodélico abría un nuevo camino para la música inglesa, pero no fue hasta la publicación de Atom heart mother, un disco repudiado por Gilmour y Waters, cuando la banda alcanzó el número uno en Reino Unido y salió de gira por Estados Unidos. Su expansión global como grupo había empezado e iban a ser imparables.
En 1973, con The Dark Side of the Moon llegó la fama mundial. Hubo un cambio de rumbo musical, sin salir de su estilo sinfónico y psicodélico, se volvieron inclasificables; se podría decir que consiguieron perfeccionar un sonido propio que, además, convenció definitivamente tanto a público como crítica. No es que sus primeros discos fueron más complejos, pero sí eran más intrumentales y menos "escuchables" para la audiencia masiva. Con The Dark Side of the Moon y Wish You Were Here se conviertieron en estrellas, Animals y The Wall no hicieron más que confirmar que estaban en la etapa más brillante y exitosa de su carrera. Su primer single, "Time", se coló en las listas norteamericanas y el disco fue su primer número 1 en los Estados Unidos con más de cuarenta millones de copias vendidas. The Dark Side of the Moon estuvo más de 700 semanas en la lista Billboard, aproximadamente 14 años, y aún ningún álbum le ha quitado este récord.