Manners era infeccioso y hasta cierto rango experimental, sumado a que en dicho álbum se contó con un coro de niños, lo hizo un gran debut. Reitero de nuevo que fue editado por Frenchkiss y eso por supuesto que le da distinción porque entre la libertad creativa que le da a los artistas, cumple en retocar de elegancia, no más. Es por eso que en últimas fechas bandas como The Antlers o The Drums (entre otras) decidieron irse para esa dirección. En el caso de Passion Pit ahora con Columbia, me parece que todas las canciones están forzadas a participar en cualquier nivel significativo y por esto se va haciendo demasiado predecible el disco. Hits medianos como “Carried Away” que es una revisión de años 80 o el ritmo contracorriente de “Mirrored Sea” envuelto en un sintetizador acuoso, asímismo el fuerte galope de “Hideway” o el Pop en toda extensión de la palabra de “It’s Not My Fault, I’m Happy”, cumplen en dar continuidad a la prematura carrera del grupo.
Passion Pit está a un paso de convertirse en el Coldplay de Mylo Xyloto, con Gossamer son un banda de Indie-New Rave en espera de las reacciones que cause en el público, de cuantos discos venda, etcétera; y entiendo que esta pirotecnia electro resultará convincente para muchos y un poco más.