Veridis Los Mejores Discos del Año Diciembre 2013 | Page 21

El contraste lo hace estallar todo por los aires, te acuerdas del culto al Spaghetti Volador, todo se revela como una enorme broma (sonando como Vangelis, y luciendo como Demis Roussos, no sería de extrañar que todo fuera una gran chanza a cuento de aquellos discos espirituales que lanzaron juntos entre 1969 y 1972 como Aphrodite´s Child) y entonces surge la verdadera genialidad del disco: el contraste entre la mordacidad y el sarcasmo que todo lo empapa, y la brillantez de las canciones.

Efectivamente: todo es un gran timo, pero Tellier es tan condenadamente bueno que crea varias canciones memorables que trascienden su propósito y resultan atractivas desde un punto de vista estrictamente musical. Es algo bastante común en la tradición musical francesa, desde la chanson más crítica y reivindicativa hasta el pop de Gainsbourg o Polnareff, aunque el ejemplo más claro de canción irónica que transciende a sí misma y se convierte en icono pop es “I´m not in love” de 10cc; tema que, junto a los trabajos de Vangelis o Alan Parsons de principios de los 80, parecen constituir el espejo musical en el que se ha mirado Tellier para componer los suyos.

En ese estilo destacan la propia “Pépito blue”, “The colour of your mind”, “My Poseidon” o “My God is blue”. Algún desvarío new-age (“Magical hurricane”), toques épico-ochenteros (“Russian attractions”) e inevitables recuerdos a Jean Michel Jarre (Against the law) completan un imposible puzzle rematado con la apocalíptica “Yes, it´s possible”, dividida en tres partes que parecen reflejar la muerte del Mesías (los órganos de iglesia del primer minuto), su resurrección (aparentemente convertido en un guitar-hero) y su subida a los cielos llevando a sus más fieles con él (el último minuto del tema, un tobogán hacia el silencio). Un perfecto cierre para el que posiblemente sea el disco más divertido y estimulante del año.