veredes, arquitectura y divulgación VADo2 Los Prototipos | Page 84

VAD. 02 | Diciembre 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 3 Para Malevich, “el suprematismo es la sensación cósmica, el ritmo del estímulo. Toda realidad física se convierte en movimiento, cualquier partícula se transforma en fuerza motriz para el sentimiento”. Sim- men y Kohlhoff, Kasimir Malevich: vida y obra, 45. ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 Diciembre 2019 | 02.VAD El nacimiento del Suprematismo Malevich construye un arte que interpreta la realidad sin hacer uso de medios convencionales. Las influencias adquiridas las conjuga en una fi- losofía completamente nueva. Un arte nuevo para una sociedad nueva, que se sustenta en la búsqueda de lo absoluto, con sentido religioso, en un compromiso espiritual evolutivo. Un arte reducido a las leyes de la percepción, a un dialogo restringido del espectador con el objeto. Pero el suprematismo también surgió a través de una serie de textos escritos y hablados. Además de la breve declaración ma- nuscrita colgada en la pared de la sala suprematista, Malevich publicó un ensayo más largo, ‘Del cubismo al suprematismo: The New Painterly Realism’, que estuvo a la venta durante la exposi- ción colectiva 0,10. 4 4 “Objectless in Vitebsk: Reflections on Kazimir Malevich, Architecture, and Representation. A Conver- sation with Elitza Dulguerova”, Scapegoat Journal 3 (2012): 24-25. Disponible en: http://www.scapegoatjournal.org/ docs/03/03_Dulguerova_Object- lessInVitebsk.pdf (acceso el 12/08/2019). El suprematismo de Malevich no propone un universo de sentimientos, sino una representación categórica de los sentimientos. Aspira una so- ciedad igualitaria, donde el hombre vive en armonía con el Universo. Reflexiona sobre una espiritualidad renovada que conjetura una nueva figura de Dios. Por tal motivo, no se detiene en los signos de la historia, sino en su esencia. Su representación abstracta de la realidad simplifica las formas de la na- turaleza en geometría pura, hasta convertirlas en sólo tres figuras: el cua- drado, el círculo y la cruz. El cuadrado es la figura base, la forma cero. De él evolucionan las otras dos figuras: el circulo al rotar el cuadrado, y la cruz de la división del cuadrado en dos rectángulos cruzados. Una segunda descomposición del cuadrado da origen a las múltiples for- mas que utiliza en su pintura. La matriz monocromática de esas figuras propone una nueva relación con el espacio, al crear un universo pictórico carente de objetividad que sólo está sometido a las leyes de la sensibili- dad pura. Para Malevich, la abstracción es un arte de la imaginación que se expresa mediante la composición de elementos ingrávidos no amorfos donde lo objetivo se convierte en movimiento, porque el movimiento y la energía son determinantes en la vida moderna. Proclama así las bases del Supre- matismo, una estética de principios formales puros que declara “la supremacía de la sensibilidad pura en las artes figurativas”. 3 5 Ibídem, 194. 6 Francisco González de Canales y Nicholas Ray. Rafael Moneo: Buil- ding, Teaching, Writing (New Haven: Yale University Press, 2015), 77. En diciembre de 1915, Malevich expone 39 obras en una sala de la gale- ría privada Dobichina de Petrogrado. Malevich distribuye las pinturas en los muros de la habitación de un modo que difiere de las exposiciones tradicionales, donde los elementos están dispuestos en una secuencia de recorrido. Las pinturas de Malevich están montadas como una composición colec- tiva, donde las obras trazan relaciones entre sí. Malevich da forma a una composición espacial que transforma la sala en un escenario de repre- sentación artística. La ubicación del cuadrado negro en la esquina opues- ta al acceso neutraliza con su planitud el efecto de perspectiva del ángulo, haciendo que el resto de las figuras parezcan flotar libremente en los muros de la habitación. Según la conocida e infinitamente reproducida fotografía de las obras de Malevich en la 0,10, la muestra en sí misma actuaba como un manifiesto visual para el advenimiento de un nuevo arte de formas geométricas no representacionales —casi geomé- tricas— que flotan en el espacio. 84 MARCELO GARDINETTI. Los Arquitectones de Kasimir Malevich. Reflexión artística sobre las cualidades formales de la arquitectura, pp. 82-94 Figura 1. Exposición 0.10 Petrogrado, 1915. Autor: Desconocido Fuente: Wikimedia Commons Este evento es el primer contacto masivo del público con el mundo no objetivo de Malevich, construido en base a las nociones de dinamismo y energía que están en concomitancia con las nuevas teorías en las cien- cias, y en particular con las formulaciones de Albert Einstein, quien afirma la equivalencia entre la energía y la materia 5 . En los próximos dos años, Malevich desarrolla diferentes etapas de su- prematismo. El Suprematismo Rojo se compone con ocho rectángulos de ese color, de tamaños y pesos distintos, que dispuestos en diagonal parecen flotar sobre la tela. El suprematismo dinámico se formula bajo los mismos conceptos, pero con una variedad más compleja de figuras del mismo origen y una paleta de colores que se extiende al azul, ama- rillo, rojo, verde, blanco y negro. El suprematismo blanco, representado por la obra Cuadrado Blanco sobre Blanco de 1918, simboliza su última obra pictórica de una sola figura, donde la no objetividad se pulveriza en la tela. 5 Einstein también demostró que existe una equivalencia entre la energía y la masa, dada por la famo- sa fórmula E= mc2 donde E es la energía equivalente a una masa m de materia. En 1917, la revolución cambia por completo el destino del país. Malevich adhiere la formación de una nueva estructura social y se involucra en la organización de las actividades y la enseñanza artística. Fue nombrado presidente de la Comisión Nacional de Artes, y desde ese ámbito propone varias reformas en la enseñanza académica, dando un fuerte impulso al desarrollo de las artes aplicadas. Dos años después, fue invitado por Marc Chagall para enseñar en la Es- cuela de Arte Popular de Vitebsk, de cual Chagall era fundador y director. Malevich llegó a Vitebsk en noviembre de 1919, junto con El Lissitsky. En ese ámbito entra en contacto con otros artistas de la vanguardia rusa y les trasmite su singular visión del arte. MARCELO GARDINETTI. Los Arquitectones de Kasimir Malevich. Reflexión artística sobre las cualidades formales de la arquitectura, pp. 82-94 85