veredes, arquitectura y divulgación VADo2 Los Prototipos | Page 74

VAD. 02 | Diciembre 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 8 Cita extraída de Fritz Neumeyer, The Artless Word, apéndice I, 6. 246. 9 Emil Kaufmann, La autonomía arquitectónica, en De Ledoux a Le Corbusier (Barcelona: Gustavo Gili, 1982), 69-95. 10 “…Tout ce qui n’est pas indispen- sable fatigue les yeux, nuit a la pensée et n’ajoute rien a l’ensem- ble”. En otro momento añade: “Des surfaces tranquilles, peu d’acces- soires”. En L’Architecture considérée sous le rapport de l’art, des mœurs et de la législation (1804), 196 y 108. ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 Diciembre 2019 | 02.VAD Todo el esfuerzo de nuestra época ser dirige hacia lo secular. La obra de los místicos se mantendrá como un incidente. Aunque nuestro entendimiento de la vida se ha vuelto más profundo, no- sotros no construiremos catedrales. Inclusive el gran gesto de los románticos es insignificante para nosotros, percibimos detrás de él un vacío formal. Nuestro tiempo es indolente, no valoramos el gran gesto, sino lo racional y lo real. 8 Riehl se decidió por el joven, prometedor aunque inexperimentado, por- que —como anota Fritz Neumeyer 11 —, veía en la juventud un potencial con el cual corregir lo que él consideraba un mal rumbo emprendido por los arquitectos ya consagrados a través de las tendencias del jugendstil, el art nouveau, y el modernismo: corrientes cuya motivación depositada en las artes decorativas incentivaba la ornamentación por la ornamenta- ción 12 . En el siglo XVIII, a la par que los talleres artesanos, algunos de los pro- yectos de Claude-Nicolas Ledoux y Étienne-Louis Boullée son referentes canónicos al fungir como primeras instancias de la autonomía moderna desplegada sobre la arquitectura (Fig.2). En aquellos proyectos de Ledoux y Boullée parece haber una voluntad por tomar distancia con respecto al derroche ornamental en general y al estilo neoclásico en particular. A diferencia de estas corrientes arquitectónicas, propias de la generación que antecedió a Mies, se vislumbra en el diseño de la casa Riehl un inten- to por mantener únicamente aquello que es esencial para el objetivo de la casa y despejar todo lo demás. En distintos dibujos que trazaron estos personajes para proyectos que nunca fueron construidos, la expresión arquitectónica es compuesta por elementos geométricos simples. La forma es pura, afirmaba Ledoux. Par- tiendo de la reflexión que hace Emil Kaufmann de la obra de Ledoux, a la autonomía del sujeto moderno le debería corresponder una respectiva autonomía de la forma arquitectónica, determinada según las propias le- yes de su función y su materialidad 9 . Todo aquello que no sea indispensable cansa los ojos, perjudica el pensamiento y no agrega nada al conjunto 10 En un artículo titulado Sobre la nueva sangre artística, publicado en la re- vista Innen-Dekoration, un crítico escribe a propósito de la casa construida por Mies: Sorprendentemente, son los jóvenes los que ahora predican moderación, corrigiendo así a sus maestros, superándolos con impecabilidad y perfección… ¿Qué será lo que quieren estos jó- venes? Se esfuerzan por alcanzar madurez, calma, equilibrio, aborrecen todo radicalismo, están en búsqueda de la relación exacta entre lo nuevo y lo antiguo. Su trabajo, por lo tanto, sirve como una silenciosa acusación contra aquello que vino antes, como una especie de censura. 13 anota Ledoux en su libro La arquitectura. Figura 2a. A la izquierda, Cenotafio a Newton, de Étienne-Louis Boullée. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%- 89tienne-Louis_Boull%C3%A9e (consulta: 20 de noviembre de 2019) Figura 2b. A la derecha, proyecto para una casa de campo, de Claude-Nicolas Ledoux. Fuente: https://commons.wikimedia. org/wiki/File:Projet_de_maison_de_ campagne_2.jpg~95038~163895:- Cours-de-Service# (consulta: 20 de noviembre de 2019) 12 “[Alrededor de 1910] El Jugedenstil y el Art Nouveau habían llegado y se habían ido. […] Los grandes logros de ese periodo, sin embargo, podían encontrarse entre edificios industriales y estructuras pura- mente técnicas. Eran de hecho tiempos confusos y nadie podía o intentaría responder la pregunta con respecto a la naturaleza del arte de la construcción. Tal vez los tiempos no estaban listos para dar respuesta”, anotó Mies en 1973. Cita extraída de Fritz Neumeyer, The Artless Word, apéndice IV, 16. 335. 13 Anton Jaumann, “Vom künstleris- chen Nachwuchs”, Innen-Dekoration 21, (julio 1910): 266. Cita extraída de Fritz Neumeyer, Mies in Berlin, editado por Terence Riley y Barry Bergdoll (Nueva York: The Museum of Modern Art, 2002), 313. Figura 3. Fotografía de la Casa Riehl. Fuente: Jean-Louis Cohen, Mies van der Rohe (Londres: Taylor & Francis, 1996), 14. A través de su autonomía, estos planteamientos figuran como primeros atisbos de arquitectura minimalista y anticipan aquello que posterior- mente será evidente en la obra de Mies: el hecho de que el minimalismo no es —como en la fábrica— meramente un efecto colateral de los proce- sos de optimización de recursos, ni una especie de remanente que que- da después de llevar a sus últimas consecuencias las lógicas de máxima eficiencia. El minimalismo no es necesariamente una estética reactiva, sino que a través de la autonomía instaurada en la modernidad, es por derecho pro- pio una fuerza creativa. Mies fue el primer arquitecto moderno en hacer de la fuerza creativa del menos es más el vector conductor de toda su práctica desde los principios de su obra. En 1906, antes de trabajar en el taller de Behrens, el joven Mies de 21 años recibió el encargo de proyectar una casa de campo en el extrarradio de la capital alemana para Alois Riehl, un célebre filósofo y académico de la Universidad Humboldt en Berlín (Fig. 3). 74 11 Fritz Neumeyer, “Mies’s First Pro- ject: Revisiting the Atmosphere at Klösterli”, en Mies in Berlin, editado por Terence Riley y Barry Bergdoll (Nueva York: The Museum of Mo- dern Art, 2001), 309-317 PABLO EMILIO AGUILAR REYES. Sobre el minimalismo: el carácter prototípico de Mies, pp. 70-81 Aquello que el crítico le aplaude al diseño de la casa es un cierto grado de minimalismo, característico en la totalidad de la obra reunida de Mies y cuyas bases conceptuales adquirió en el contexto de este primer encargo. La relación entre Riehl y Mies fue más honda que aquella que suelen te- ner un arquitecto y un cliente convencionales. Mantuvieron una amistad estrecha hasta 1924, año en el que Riehl murió en la casa que Mies le había diseñado. Previamente, los generosos jardines de la casa habían sido anfitriones de tertulias a las cuales Mies era un invitado regular, entre asistentes perte- necientes a la élite intelectual de Berlín 14 . PABLO EMILIO AGUILAR REYES. Sobre el minimalismo: el carácter prototípico de Mies, pp. 70-81 14 A las tertulias organizadas en la Casa Riehl, llamada Klösterli por sus anfitriones, asistieron muchas personalidades destacadas, entre ellas, el arquitecto y próximo em- pleador de Mies, Peter Behrens, el filósofo Eduard Spranger, el filólogo Werner Jaeger, el historiador del arte Heinrich Wölfflin, y muchos otros que contribuyeron a la formación intelectual de Mies. Los libros de varios de estos personajes formaban parte de la biblioteca de Mies y fueron leídos atentamente. Fritz Neumeyer, “Mies’s First Pro- ject: Revisiting the Atmosphere at Klösterli”, en Mies in Berlin, editado por Terence Riley y Barry Bergdoll (Nueva York: The Museum of Mo- dern Art, 2002), 309-317. 75