veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 24
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Su influencia fue más allá de la meramente arquitectónica. No se trataba
sólo de presentar a los lectores la nueva forma de construir. Se buscaba
abrir sus ojos a una nueva forma de ser, reflejada en una nueva forma de
vivir. En las páginas de El Sol encontraron acomodo algunos de los repre-
sentantes de las vanguardias que trataban de propiciar un cambio en la
arquitectura española de la época.
Estas colaboraciones permiten conocer, por ejemplo, la diferente opinión
que algunos de ellos tenían acerca del que, ya en ese momento, era el
representante más importante de aquella “nueva arquitectura”. En enero
de 1925, Fernando García Mercadal escribía:
(…) Le Corbusier-Saugnier pertenece al grupo de los inadap-
tados, de los que sienten el imperioso deseo de contribuir a la
creación de una nueva arquitectura y se destaca visiblemente;
siendo su personalidad más bien un islote en el movimiento de
vanguardia su nombre podrá tener más afinidades con otros del
mundo literario de la gran metrópoli. Más puntos de contacto,
más coincidencia de orientación podríamos encontrarle con el
holandés Oud, con los alemanes Walter Gropius, Mendelssohn
y Korn, o con el austriaco Adolfo Loos; pero no es nuestro de-
seo situarle, ni mucho menos criticar en pocas palabras el actual
movimiento arquitectónico en Francia. Convencidos únicamente
de lo interesante que sería el que dicho libro se conociese —con
lo que saldríamos ganando todos, público y arquitectos—, que-
remos contribuir por nuestra parte a su divulgación por creer
pudiera ser esto medio para ir creando ambiente propicio a la
introducción en el campo de la arquitectura española de las nue-
vas ideas, ya tan extendidas en buena parte de las naciones de
Europa (Alemania y Holanda a la cabeza). 6
6 García Mercadal, Fernando. “La
arquitectura moderna en Francia.
Le Corbusier-Saugnier”. El Sol. 24
de enero de 1925, 2.
Mercadal, como es sabido, fue el principal promotor en España de las
ideas de Le Corbusier. Su afinidad personal y su colaboración en el marco
de los CIAM permitieron organizar las visitas que el suizo realizó a España
y que tanta influencia tuvieron en los arquitectos de la época.
No obstante, su acogida no fue positiva en todos los casos. El 26 de julio
de 1928, Luis Lacasa firmaba, dentro de esta sección, un artículo, titulado
“Le Corbusier o Americo Vespucio” (Fig.6), que comenzaba con esta acla-
ración del autor:
Diremos nuestros teoremas como los dice Le Corbusier: como si
fueran axiomas sin demostración y aparentando que no la tie-
nen. 7
7 Lacasa, Luis. “Le Corbusier o Ame-
rico Vespucio”. El Sol. 26 de julio de
1928.
Figura 6. Le Corbusier o Americo
Vespucio. El Sol. 26 de julio de 1928.
Fuente: Hemeroteca de la Biblioteca
Nacional de España.
24
La entrada del artículo daba pistas del contenido posterior del mismo,
muy crítico y redactado en el tono combativo y sentencioso tan caracte-
rístico de los escritos de este autor.
Aunque Le Corbusier no ha descubierto América mucha gente le
considera el padre de la arquitectura tectónica. Tiene su explica-
ción, puesto que Americo Vespucio era cartógrafo, y Le Corbusier
periodista, y siempre ha sucedido que las cosas parecen más hi-
jas del pregonero que de su padre.
ALBERTO RUIZ COLMENAR. El Sol y La Gaceta Literaria. Los inicios del periodismo arquitectónico en España. pp.16-32