veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 19
ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2019 | 01.VAD
Estas publicaciones aparecieron como órgano notarial de las primeras
asociaciones profesionales —la Sociedad Central de Arquitectos es ante-
cesora de los modernos Colegios Profesionales— y funcionaban a modo
de boletín informativo en el que se incluían actas de las reuniones de la
Sociedad, datos prácticos sobre precios y características de materiales,
consultas profesionales e información sobre eventos relacionados con la
profesión.
Figura 1. Primera página de La Gaceta
Literaria. 15 de abril de 1928. Fuente:
Hemeroteca de la Biblioteca Nacional
de España.
Sin embargo, más allá de estas publicaciones, escritas por y para arqui-
tectos, es en la prensa diaria, de corte no especializado, donde los espa-
ñoles pudieron experimentar los primeros contactos con las vanguardias
arquitectónicas. Las inquietudes de la sociedad española de las primeras
décadas del siglo XX tenían un reflejo inmediato en la prensa diaria. Entre
ellas destacaban las relacionadas con el mundo de la cultura, en todas
sus formas, Un ejemplo característico de este interés es el periódico El Sol.
Este era un periódico ilustrado y liberal, fundado en 1917 por Nicolás Ma-
ría de Urgoiti, empresario madrileño con fuertes inquietudes intelectua-
les. Los planteamientos culturales y políticos que llevaron a la fundación
de El Sol permitieron a Urgoiti colaborar con José Ortega y Gasset, que se
convirtió en el gran referente ideológico del periódico, además de en su
principal redactor. El Sol representó un caso muy particular entre la pren-
sa de la época. Dirigido a la floreciente burguesía ilustrada, de ideología
progresista, la filosofía editorial del periódico se resumía en la frase que
su director incluía en la portada, a modo de subtítulo:
El Sol no admite subvenciones, ni anticipos reintegrables. Su pre-
cio es de 10 céntimos porque el papel cuesta más de 5, y no
cuenta con más ingresos que los lícitos y confesables en que se
basa toda empresa seria e independiente.
El Sol no era un periódico popular ―tampoco lo pretendía― y en sus pá-
ginas se obviaban las noticias sangrientas o escandalosas. A cambio, se
ofrecía información internacional, cultural ―con columnas de destacados
intelectuales―, y, por supuesto, artículos monográficos periódicos sobre
pedagogía, biología, ciencias sociales, etc. Lo cierto es que esta decidida
apuesta por elaborar un periódico de cierto vuelo intelectual y sus con-
tinuos choques con las autoridades a cuenta del precio del diario y el
tamaño de cada ejemplar, le granjearon a El Sol fama de periódico elitista
“demasiado docto, demasiado académico, irritantemente mesura-
do y perfecto”. 3
Ortega era la figura más destacada del periódico. Con una referencia de
este calibre era inevitable que el diario se convirtiera en vehículo funda-
mental para la difusión de temas culturales en la España de principios de
siglo. En este sentido, es destacable reseñar que el periodismo de la épo-
ca —no sólo en diarios de corte intelectual como El Sol— pudo nutrirse de
la colaboración habitual de intelectuales de gran talla.
3 “Una información todas las noches.
Cómo se hacen los grandes diarios.
El Sol, su director y su redacción”.
Heraldo de Madrid. 30 de diciembre
de 1927.
Estos, afectados por las dificultades de las editoriales para la publicación
y distribución de libros, encontraban un acomodo perfecto en las páginas
de los diarios. A través de crónicas y artículos de fondo se daban a cono-
cer, ya que el diario les permitía llegar a un público muy amplio.
ALBERTO RUIZ COLMENAR. El Sol y La Gaceta Literaria. Los inicios del periodismo arquitectónico en España. pp.16-32
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