veredes, arquitectura y divulgación VADo1 Los Inicios | Page 14
VAD. 01 | Junio 2019 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
El conjunto de las publicaciones allí recogidas, el sinnúmero de brillantes
colaboradores, y la incesante actividad que ha tenido esa página a lo lar-
go del tiempo, seguramente impidiera comenzar propiamente nada desde
cero.
Por eso, cabe sospechar que con esta nueva vía abierta, antes que hablar
de refundación, o comienzo, se reivindica una doble actitud hacia la profe-
sión de la arquitectura: por un lado se pone de manifiesto que es necesario
comenzar, casi como actitud vital. Y también, y a la vez que cualquier co-
mienzo, que ésta nace de una especial transformación de energías previas.
La revista VAD surge, por tanto, a medio camino del futuro y del pasado. Es
un ‘aún no’ y una promesa del porvenir. VAD trata de completar aspectos
no desarrollados aún en Veredes. En VAD podremos encontrar, dado quien
se encuentra al mando de ella, delicadeza, cuidado y precisión. También un
esfuerzo limpio por la divulgación de los contenidos que aparezcan publi-
cados entre sus páginas.
VAD quiere ser un lugar de reflexión sobre arquitectura. Su aspiración está
concentrada en la apertura del debate del campo de la arquitectura, pero
libre de la mercadotecnia en que las revistas al uso han tenido que sumer-
girse. Esa no es una aspiración menor…
Pocas cosas pueden desearse a una aventura editorial como la que co-
mienza con estas líneas. En las mejores inauguraciones se lanza una bo-
tella espumosa contra la proa del barco lanzado al mar. El director de esta
revista, Alberto Alonso Oro y la Editora Jefe, Silvia Blanco Agüeira, me han
concedido el honor de este lanzamiento. Allá va la botella por el aire.
Les auguro, auguro a VAD, el mayor de los éxitos.
Suele decirse que el primer paso es siempre el más difícil. En realidad pue-
de que lo más difícil sea mantener el deseo de dar el primer paso. Y seguir,
luego, sin descanso.
Aunque a partir de ese deseo de comenzar, ya solo haya que dejar fluir las
cosas.
14
SANTIAGO DE MOLINA. Amar los comienzos. pp. 12-14