• La Declaración de Independencia de
los Estados Unidos: …1.300 palabras.
Aunque las palabras humanas no
pueden resolver nuestros problemas,
conocemos a una Palabra divina que si
puede y lo hace: La Palabra de Dios Vi-
viente, el Logos, (el Mensajero o el Ver-
bo de Dios), que tomó carne por noso-
tros en la persona de Jesús.
Porque Jesucristo es la revelación
plena y final de Dios a nosotros, pode-
mos poner nuestra confianza en él sin
reservas ni dudas. En su libertad divina,
la Palabra de Dios Viviente vino como
un ser humano para desafiar todo lo
que la humanidad había pensado sobre
su Creador.
Jesús, a través de su vida, su minis-
terio, su muerte, su resurrección y as-
censión dio cumplimiento personalmen-
te al pacto con el antiguo Israel, nos re-
presenta a todos los seres humanos de-
lante del Padre y envía el Espíritu Santo
para habitar en nosotros. Como Dios-,
hombre continua siendo la Palabra de
Dios con nosotros y por nosotros.
Aunque no puede capturar en forma
alguna todo lo que Jesús es, la palabra
escrita de Dios, la Biblia, nos dirige fiel-
mente a la Palabra de Dios Viviente.
La Biblia no debe nunca separarse
de la persona de Jesús que designó y
autorizó a aquellos que predicaron y es-
cribieron sobre él y su evangelio, y con-
tinúan hablando en y por medio de las
Escrituras por el Espíritu Santo, que él
envía a su pueblo. En esta forma la Bi-
blia es, y permanece, su palabra.
No adoramos la Biblia, sino a Aquel
a quien ella señala de una forma única,
www.comuniondelagracia.es
infalible y con autoridad.
Como iglesia, nuestro llamado es a
vivir y proclamar la Palabra de Dios Vi-
viente, y lo hacemos viviendo y ense-
ñando la Palabra de Dios escrita.
Aunque no pongo mi confianza y
esperanza en las palabras de los políti-
cos, si lo hago en Jesús: La Palabra de
Dios Viviente. Él es nuestra esperanza
del nuevo día que llegó con su encar-
nación, y que un día vendrá en toda su
plenitud con su regreso en gloria.
Aunque me desanime con las pala-
bras habladas y escritas que no repre-
sentan adecuadamente la Palabra de
Dios Viviente, nunca me desanimo con
quién es esa Palabra, y soy constante-
mente inspirado al estudiar las Escritu-
ras que me llevan a él, a Jesús, Aquel
que nos da continuamente certeza y
esperanza.
Por medio de las Escrituras y por su
Espíritu, Jesús nos muestra un camino
totalmente nuevo de verlo todo. Es solo
a través de la Palabra de Dios Viviente
que tenemos una base racional para
entender el orden creado y nuestro lu-
gar en libertad en el mismo.
Jesús nos llama a ser una nueva
creación y a participar en la proclama-
ción de los nuevos cielos y la nueva tie-
rra. Ya sea que seamos conscientes o
no, vivimos ahora mismo en la gracia y
la verdad de esta Palabra Viviente, y
cuando abrazamos su amor incondicio-
nal por nosotros, y por toda la humani-
dad, experimentamos una nueva for-
ma de ser y de vivir que durará para
siempre.
Agradecido por la Palabra.
Verdad y Vida Mayo - Junio 2017
5