Ventana 21 Agosto, Vol. 1, 2014 | Page 6

n las mañanas de un habitual día Jericoano encuentras un desfile pedagógico de tres escuadrones; en los que profesores, estudiantes y empleados realizan su desplazamiento.

Denominado el escuadrón:

a, desfilan los que madrugaron mucho y el tiempo es más que suficiente, por eso van sin prisa y les alcanza hasta para devolverse por el libro o el paraguas, si es que llueve.b, aquellos que apenas es tiempo no van muy temprano pero tampoco muy tarde y para ellos así está bien, su paso es normal, no hay que correr pero tampoco hay que ir muy lento. c, los que ¡ hay Dios , que hora es¡ y hay que acelerar bastante el paso ,si algo se olvida ,olvidado ha de quedarse porque ya no hay para más.

Pasando a otra categoría van en los tres escuadrones los que llevan sobre su cuerpo un buen vestido, no el más costoso si no el mejor llevado desde los zapatos hasta el cabello, cada cosa en su lugar y más limpia que el día anterior

un punto negro les altera lo impecablex que suelen estar. El segundo escuadrón es desfilado poraquellos que ¡así están bien¡ no tiene que arreglarse nada más, las exageraciones ni para beneficio ni para perjuicio están con ellos. Y en el tercero marchan los que olvidaron como era que se llevaba la ropa o el uniforme y las extravagancias son más importantes que la norma, el que le pone a su vestido y a su cuerpo algo más, para que se note y que no pase desapercibido, el que ha olvidado lavar su ropa o se ve más bonita sucia , el que no recuerda que debe asearse.

Seguidamente encontramos los escuadrones emocionales, en uno de ellos , los afables saludos los abrazos apretados y uno que otro pico, saludando hasta las paredes y los postes y con una felicidad impetuosa que ojala durara hasta el final de la jornada. Otros los que podrían llamarse normales los que saludan a unos cuantos y los que sonríen y plagan la frente solo en el momento indicado .Y en el tercero para los que hoy no es el día, van en un mundo invisible a nadie se encuentran porque a nadie saludan, que están enojados hasta con sus desobedientes pies y eso sí que nadie se meta con ellos, porque hoy no tienen el palo para la cuchara.

Al iniciar las clases encontramos también los que quieren hacer de todito llenos de entusiasmo, de agudeza en lo que hacen, los optimistas, los que tienen un lindo día, magnanimidad en cada actitud, los que hacen todo con mucho amor y que hasta la hiel les sabe dulce, por otro lado los que van pasando por donde Vicente y tratan de terminar el día sin poner obstáculos

PEDAGOGIA

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Luz Ángela Grajales Fernández

Docente Pedagogía

VENTANA XXI