Veintiún Ángeles IED Adoptando un árbol | Page 51

Un día salome visitando a su gran amigo vio caer un hermosa y muy blanca flor de la parte más alta de su amigo el árbol, ella sin pensarlo la alzo del pasto y la llevo corriendo a su madre, pero al llegar se encontró con su abuelo llorando amargadamente, y tomado de la mano de su hija quien acababa de morir, pero Salome en su inocencia le dijo a su abuelo que no llorara que su madre pronto se recuperaría, pero su abuelo la tomo entre sus brazos, la sentó en sus piernas y le dijo con voz muy dolida: - Mi pequeña Salome, tú madre no volverá abrir sus ojos -, Salome voltio a ver su hermosa flor que aun sostenía en su mano, pidió a su abuelo estar cerca de su madre y poder ponerle en sus manos su blanca flor, después de unos minutos corrió a abrazar a Rex y llorar del dolor al saber que su madre había muerto; con sus ojos llenos de lágrimas le contó lo sucedido a su amigo. Su abuelo se acercó donde Salome se encontraba, y le pregunto ¿qué quién le había dado esa hermosa flor?, y salome respondió sollozando que su amigo Rex la había dejado caer minutos antes de ella saber que su madre había muerto, pero su abuelo le respondió que esa era una señal anunciando la muerte de su madre y mostrándole las cosas que vendrían para su vida; su abuelo tomo una hoja que Salome tenía en su mano y después de unos minutos su abuelo abrió la mano y dejo que el viento se llevara la hoja, y dijo a su nieta: –tienes que ser fuerte y saber superar esto que te acaba de suceder, yo sé que no es nada fácil, pero te prometo que sola no estarás-. La tomo de la mano, y en el camino Salome pregunto a su abuelo: -¿tardaras mucho para que hagas sanar mis heridas, y en especial esta que mi madre me acaba de hacer?-, Su abuelo no supo que responder, y para cambiar la conversación le dijo a salome: - Le haremos un entierro a tu madre muy hermoso, como ella se lo merece-, al día siguiente su abuelo ordeno a Salome que recogiera todas sus cosas, pues abandonaría completamente su casa en la vereda e iría a vivir al pueblo con su abuelo, Salome al ver que sería separada de Rex dijo que ella no se separaría de su gran amigo, que para ella era como si fuera su padre, después de un rato de discusión con su abuelo, él decidió dejarla y se marchó; Salome se quedó con Rex el gran árbol, el bello y hermoso árbol quien estaba cambiando, cada día se convertía más en su confidente, mejor y único amigo, quienes pasaron tres años juntos. 49