-¡No se preocupen!- les recalco la señora.
A ellas se les olvido haber preguntado qué ¿por qué lo percibían así?, entonces
Sharon lo investigo y encontró que ese árbol al crecer soltaba un vapor que
causaba que las personas que lo plantaron alucinaran, haciendo que rieran, todo
lo contrario, es decir, si alguien estaba feliz ellas lo verían triste, si algo estaba
dañado ellas lo verían bien y arreglado.
Sharon se había acostumbrado pero Caroline no, se le hacía extraño, no sabía bien
lo que pasaba, siempre se le veía desconcentrada, pero los efectos del árbol solo
pasaban en el colegio; un día como a la última semana del tercer mes “CANNAS”
era el árbol más cuidado y el más alto para las demás personas, y se decía que a ese
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