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Algunos estadounidenses
no creen que vapear sea
menos dañino que fumar
Un número creciente de fumadores y personas no cree que el vapeo
sea menos dañino que fumar. A pesar de la disminución de las tasas de
tabaquismo, algunos creen que el vapeo es dañino e inefi caz
Por Leo Forfar
Un número creciente de fumadores en los EE. UU. No cree que
el vapeo sea menos dañino que fumar tabaco.
Eso es según el último estudio de evaluación de la población
del tabaco y la salud (PATH) que se presentó en el quinto Foro
Global sobre Nicotina en Varsovia en junio. Los investigadores
descubrieron que en 2015, el 57 por ciento de los fumadores
adultos en los Estados Unidos consideraba que los cigarrillos
electrónicos eran igual de dañinos o más dañinos que fumar.
Esta cifra aumentó del 43 por ciento que pensaba esto en 2013.
El informe dice: “La proporción de adultos fumadores actuales que
creían que los cigarrillos electrónicos eran igual o más dañinos
que fumar aumentaron sustancialmente”. Cuando se extendió a
la población general, fumador y no fumador por igual, el número
aumentó del 54 por ciento en 2013 al 65 por ciento en 2015.
Aunque solo cubre un período de dos años y fi naliza en 2015,
esta es la colección completa más actualizada de dichos datos. El
estudio describe el fenómeno como evidencia de “un entendimiento
pobre entre los fumadores, de todas las maneras de fumar, sobre
los daños relativos de los cigarrillos electrónicos”, y que es “motivo
de preocupación”.
Las percepciones están empeorando, a pesar de que la evidencia
científi ca que apoya la seguridad relativa y la efectividad de los
cigarrillos electrónicos está creciendo. El informe reconoce que
durante este mismo período de dos años, “la evidencia científi ca
independiente creció apoyando los cigarrillos electrónicos como
una alternativa menos dañina al tabaco combustible”.
El informe también reconoce que en el extranjero, las actitudes
hacia el vapeo están mejorando a medida que disminuyen las tasas
de tabaquismo, mencionando la aprobación de organizaciones de
salud pública en países como el Reino Unido, que están adoptando
cigarrillos electrónicos y empujando a los fumadores hacia ellos
como una alternativa al tabaco. Los EE. UU. Están relativamente
desinformados y rezagados en este esfuerzo, permaneciendo
“mal informados sobre el riesgo relativo de estos productos”.
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Esta no es la única publicación reciente que confi rma tal tendencia
a la baja en la percepción de los fumadores y el público en general.
Una encuesta global realizada en 2017 por la Fundación para
un Mundo Libre de Humo midió que el 45 por ciento de los
fumadores estadounidenses consideraba que vapear era “dañino
o más dañino que los cigarrillos convencionales”. Es probable
que sea un número menor, pero ni las empresas del sector ni los
defensores recibirán esto bien.
La nicotina es una sustancia adictiva y el único elemento que
vincula los cigarrillos electrónicos con los cigarrillos combustibles.
Los conceptos erróneos sobre los daños causados por la nicotina
parecen impulsar esta percepción negativa sobre los cigarrillos
electrónicos en los EE. UU. El estudio PATH cita datos de los
hallazgos de 2017 como un posible candidato para un concepto
tan erróneo:
“Además, los consumidores estadounidenses creían que usar
nicotina todos los días era más peligroso que beber todos los
días y que la nicotina en sí misma, en lugar de fumar, era una
causa de cáncer de pulmón, cáncer de garganta y enfermedad
cardíaca”.
El informe PATH exige una mayor claridad informativa por parte
de las autoridades. Sugiere que los legisladores “deben evaluar
las causas y efectos de las percepciones erróneas del daño
relativo de los cigarrillos electrónicos en comparación con los
cigarrillos convencionales y mejorar el conocimiento sobre el
papel de la nicotina en el desarrollo de enfermedades causadas