abia una vez un empresario que vivía con su mujer y sus dos hijos; Freddy y Valerie, ellos dos eran muy curiosos y de buen corazón, por el otro lado su madrastra era una mujer sin corazón y unicamente interesada por tener un techo y dinero. Ellos vivían en una casa humilde y calida en San Jose, California en Estados Unidos.
Un día el padre de Freddy y Valerie llego muy cansado, preocupado y decepcionado; pues meses anterirores tuvo problemas economicos, ese día tanto el como su empresa se declaro rn banca rota . Sus hijos no le tomarn mucha importancia, pues su padre sabría que hacer, en cambio la madrastra ideaba un plan para deshacerse de los niños. Cuando por fin encontró lo mejor para ella y su esposo, dejando atras a los niños, ella rapidamente y sin ninguna duda le comentó:
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