La colonización alemana iniciada en 1845 en el sur del
país se da durante el Gobierno de Manuel Bulnes.
Liderada por Bernardo Philippi y Vicente Pérez Rosales,
tuvo como principal objetivo colonizar las regiones que
hasta ese entonces estaban despobladas y dominadas por
el pueblo mapuche, incorporando nuevas tierras en el sur
de Chile.
El año 1845 se promulga la Ley de Colonización o Ley de
inmigración selectiva, que consideraba que quienes se
postulaban como pobladores debían ser católicos y poseer
educación media o superior.
Durante la primera etapa de la colonización, comprendida
entre 1850 a 1875, llegaron un total de 6952 colonos, los
cuales tenían como principales regiones de destino la
ribera del Lago Llanquihue y las ciudades de Osorno y
Valdivia. A mediados del siglo XIX se inició la llegada de
inmigrantes alemanes a la provincia de Valdivia, los que se
fueron estableciendo en torno a la ciudad y en las zonas
menos habitadas del sur, cerca de Osorno y en el lago
Llanquihue. Hasta ese momento, dicha provincia contaba
con una pequeña población y llevaba una vida lánguida.
Mientras la Araucanía se mantuvo como territorio
indígena hasta la década de 1880, el contacto de Valdivia
con el resto del país fue fundamentalmente por vía
marítima.
En Valdivia se creó una pequeña industria, que se constituyó en un
sector dedicado a la elaboración de cerveza, curtiembres, astilleros y
aserraderos, mientras que en el lago Llanquihue y los llanos de
Osorno las actividades agropecuarias se desarrollaron en función del
abastecimiento de insumos para el enclave valdiviano.
En Puerto Montt prosperó el comercio con Hamburgo, lo que
contribuyó al aumento de la demanda para la producción de los
colonos alemanes. En los territorios alrededor de Valdivia y entre
Osorno y La Unión los colonos se dedicaron esencialmente al
comercio.
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