Curtiduria Schüler
producción que, además de eficiente, integraba actividades
productivas del ámbito primario y secundario, lo que hacia los años 70
del siglo XIX era bastante poco usual en el país.
En 1878 Jorge y Santiago Schüler fundaron una curtiduría,
una faenadora de animales, una fábrica de cecinas, una
destilería de alcoholes y dos pequeñas fábricas de jabón y
de velas, respectivamente, que en conjunto daban empleo
a 60 personas.
La curtiduría se vuelve el eje central de la producción.
Contaba con máquinas de vapor y elaboraba cerca de
4.000 unidades de suela de cuero al año con un consumo
anual de cáscara de lingue que ascendía a los 4.000
quintales métricos. Prácticamente la totalidad de la
producción era enviada al mercado alemán.
Gran parte de los animales, cuyos cueros eran elaborados
en la curtiduría, eran primero criados en un fundo que los
hermanos Schüler poseían en las cercanías de la ciudad.
A continuación, eran faenados en su propio matadero, en
donde se separaban los cueros para la curtiduría, la carne
para la fábrica de cecinas y la grasa para la fabricación de
jabón y velas. Lo interesante de este caso radica en que los
hermanos Schüler lograron estructurar un sistema de
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