VAD 03 El Orden Junio 2020 | Page 58

VAD. 03 | Junio 2020 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 Se proyectan edificios terciarios de grandes dimensiones entre los cuales se crean patios y calles peatonales llamadas a acoger el comercio de los barrios. 18 Francisco Díaz Gallego, “El urbanismo y las arquitecturas del Plan General de 1967”, 2019. La calle comercial había entrado de lleno en el debate revisionista del urbanismo en España años antes de que Cano Lasso llegase a Coruña, siendo paradigmáticas las tesis del sociólogo Mario Gaviria, estudiando casos como la ampliación del Barrio de la Concepción en Madrid, y analizando el papel de la calle en el urbanismo moderno en un número monográfico en el que también participaría el propio Cano Lasso hablando de densidad y tráfico 18 .Cano Lasso recoge el guante combinando con acierto el viario funcional moderno con las calles entendidas como las entiende Gaviria, como espacios en los que se vive y se interactúa. El desorden. Fracaso y fin del proyecto Simon Leys decía que la belleza llama a la catástrofe del mismo modo que los campanarios atraen al rayo. En Elviña, a la catástrofe de la destrucción del paisaje se le sumó la catástrofe del fracaso del orden y del final de la propuesta de Cano Lasso en un cajón del Ministerio de Vivienda. Si bien en el caso de la primera fase, la idea general del arquitecto es preservada en la propuesta aprobada definitivamente en 1976 y firmada por Manuel Gallego Jorreto, arquitecto del Ministerio de Vivienda, en el caso de la cuarta fase el proyecto es desechado por completo. 18 Francisco Díaz Gallego, “El urbanismo y las arquitecturas del Plan General de 1967”, 2019. 20 Francisco Díaz Gallego, “El urbanismo y las arquitecturas del Plan General de 1967”, 2019. Figura 7. Foto aérea del ámbito de Elviña, 2007. Fuente PNOA. Pese a que se identifica el fracaso del nuevo desarrollo con la aprobación del Plan General en enero de 1967 19 , estos hechos no pueden relacionarse entre sí toda vez que el documento de Cano Lasso sería presentado en noviembre de 1967, diez meses más tarde de la aprobación definitiva del Plan General, y su ordenación es perfectamente acorde con la aprobada por el planeamiento urbanístico de Corrales, Molezún y Pagola. Los ámbitos residenciales proyectados por Cano Lasso se encuentran dentro de la ordenanza Z-13 de planeamiento parcial residencial y la ubicación del parque público sobre el Monte Mero es coincidente con el parque propuesto por el plan general 20 . El fracaso de la cuarta fase de Elviña debe conectarse al relativo fracaso del Polo de Desarrollo de 1964, el cual no cumplió las expectativas del Estado, y por tanto menguó notablemente el crecimiento poblacional esperado tanto por el Plan General como por la administración, así como los problemas de desarrollo que estaban teniendo los polígonos ya aprobados en Elviña, atascados por largas tramitaciones y complejas expropiaciones. Sea como fuere, cuando el 30 de septiembre de 1969 se firma el contrato entre Colegio de Arquitectos y Ayuntamiento para la realización de los planes parciales programados por el Plan General, el ámbito de la cuarta fase de Elviña ya ha sido troceado. El proyecto de Cano Lasso era coherente en cuanto que proponía un orden único que se adaptaba a la topografía y al lugar, creaba un nuevo paisaje porque ordenaba todo el espacio. Su fin trajo un crecimiento desigual y de diferente calidad según los desarrollos que se fueron proyectando en cada ámbito, generó problemas urbanísticos y de movilidad que aún perviven hoy en día. A Coruña perdió a un mismo tiempo su oportunidad de reconciliarse con el territorio y de poner orden sobre el paisaje. 58 FRANCISCO DINÍS DÍAZ GALLEGO. Cano Lasso y Elviña. Poniendo en orden la ciudad sobre el paisaje, pp. 50-59