ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2020 | 03.VAD
Figura 6. Plano zonificación, Plan Parcial
de la Cuarta Fase de Elviña, Julio
Cano Lasso, 1967. Archivo profesional
Julio Cano Lasso, estudio Cano Pintos.
En la cuarta fase, la integración de las zonas verdes va un paso más allá,
pues la situación del parque público en una posición central sobre el Monte
Mero hace que el verde se vaya diluyendo sobre el desarrollo residencial
creando la imagen de un barrio-parque, otra de las ideas fuerza usadas por
Cano Lasso en sus proyectos urbanísticos 15 .
El contacto con la naturaleza, creada por el propio proyecto, se produce
tanto desde los espacios verdes como desde el interior de las propias viviendas.
El Monte Mero se introduce en el desarrollo como las huertas del
extrarradio de Santiago penetran en la ciudad histórica. Como afirma el
propio Cano Lasso, la influencia del entorno, aunque siempre importante,
no es igual en todos los casos. Hay entornos anodinos, sin valor ni carácter;
otros en que nuestra obra tiene fuerza para crearlo y está obligada a hacerlo;
en otros puede ser absolutamente determinante 16 .
15 Julio Cano Lasso, “Urbanización del
polígono de Astrabudúa: segundo
premio del concurso convocado
por la dirección general de urbanismo”,
15.
En la primera fase de Elviña es fundamental crear el entorno, poner límites
al espacio, focalizar las perspectivas, construir paisaje; en la cuarta fase el
entorno es determinante, pone límites a la arquitectura y le marca sus límites
y sus fondos visuales. En las zonas con ordenanza de torre de ambas
fases de Elviña se acentúa esta integración en la naturaleza, proyectando
las mismas sobre espacios libres cuya relación con el tráfico más cercana
son las bolsas de aparcamiento en fondo de saco dispuestas en uno de sus
frentes, estando los otros tres siempre ajardinados. La torre como elemento
que mejor se adapta al entorno natural frente a los grandes bloques
laminares de Corrales y Albalat en el Barrio de las Flores.
16 Sara de la Mata y Enrique Sobejano,
“Entrevista a Julio Cano Lasso”,
194.
Retoma también en la cuarta fase la creación de calles en su concepto más
tradicional, vinculado al comercio y al desplazamiento peatonal. Si en el primer
proyecto estas vías peatonales se limitaban a replicar la linealidad del
eje central rodado en paralelo al mismo, en la cuarta fase ganan complejidad
y protagonismo. Las zonas de equipamientos cívicos y comerciales de
situaban en grandes bolsas vinculadas a los viales principales y a amplias
bolsas de aparcamiento 17 . Se les otorga gran relevancia a los recorridos
peatonales entre equipamientos y a los espacios de estancia en los mismos,
llegando a superponer los recorridos peatonales sobre los rodados
invirtiendo la jerarquía viaria moderna.
17 Francisco Díaz Gallego, “El urbanismo
y las arquitecturas del Plan
General de 1967”, 2019.
FRANCISCO DINÍS DÍAZ GALLEGO. Cano Lasso y Elviña. Poniendo en orden la ciudad sobre el paisaje, pp. 50-59
57