ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2020 | 03.VAD
Será en el borde de la Avenida, ese elemento artificial ordenador del valle,
donde altere la propuesta de Corrales aportando una planificación más
detallada, en la cual la ordenación de sus bordes gana presencia, acotando
visualmente el principal viario de acceso a la ciudad. Recupera el elemento
torre, ya no con el carácter simbólico de las propuestas de Albalat
para Elviña de 1959 11 si no como una pieza más del planeamiento parcial.
Como principal novedad en el ordenamiento urbanístico heredado de
Corrales, introduce vías peatonales. Estas vías, situadas en paralelo a la
Avenida de Alfonso Molina, están vinculadas a los usos comerciales y cívicos.
Se recupera la calle como lugar de encuentro social frente a la calle
corredor pensada para uso automovilístico, con una propuesta claramente
influenciada por proyectos como el de la calle Lijnbaan de Rotterdam
de Bakema y van der Broek (1955).
11 Los primeros esquemas para el
ámbito serán los proyectados por
Andrés Fernández-Albalat en el
año 1959.
Esta dicotomía entre el funcionalismo y la racionalidad moderna, y la preocupación
por la historia y el lugar será una constante en la obra de Cano
Lasso.
Figura 4. Sección Plan Parcial de la
Primera Fase de Elviña, Julio Cano
Lasso, 1967. Fernández Prado, Martín.
“Planes Imparciales. Génesis y
evolución de los polígonos del INV en
Galicia”. Tesis doctoral, Universidade
da Coruña, 2010.
En la cuarta fase de Elviña la topografía cambia. De la planicie que sirve de
lienzo perfecto, dominada por el vial de comunicación, pasa a un espacio
en pendiente en el que la vía que continúa la avenida de Alfonso Molina,
denominada avenida de Lavedra, ya no tiene un papel central y dominante
del espacio, sino que lo atraviesa tangencialmente. Aparecen las
preexistencias, los pequeños núcleos tradicionales, algún equipamiento
público y privado, pero sobre todo el monte Mero, que domina el límite
sur de la ciudad separando el valle de Elviña de la ría.
Cano Lasso recurre a tres tipologías de edificación para las zonas residenciales,
una ordenanza de vivienda unifamiliar, una de bloque lineal y la de
torre, tipologías recurrentes en los planes ya desarrollados de las anteriores
fases de Elviña, pero en este proyecto se puede atisbar un cambio
fundamental a la hora de disponer los bloques.
Ya no hay lienzo en blanco, la topografía manda. Mientras que en el colindante
Barrio de las Flores de Corrales o en la primera fase de Elviña la
disposición de los bloques era lineal, coherente con el urbanismo moderno,
en la cuarta fase, los bloques lineales se pliegan en las curvas de
nivel buscando la mejor orientación y, donde la topografía se lo permite,
Cano Lasso dispone los bloques creando recintos semicerrados e incluso
manzanas cerradas en cuyo interior sitúa grandes patios verdes libres de
circulación rodada y alejados del tráfico de los principales viales.
FRANCISCO DINÍS DÍAZ GALLEGO. Cano Lasso y Elviña. Poniendo en orden la ciudad sobre el paisaje, pp. 50-59
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