VAD. 03 | Junio 2020 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Menos determinismo, más incertidumbre
A modo de conclusión, podemos señalar que la ciudad se constituye como
un sistema complejo, surgido a partir de una primera diferenciación, que
es también una primera operación de orden y dominio del espacio de
incertidumbre que constituye el medio natural.
Este orden fundacional abre también ese primer escenario comunicativo
entre sistema y entorno, que con el paso del tiempo no se volverá más
simple, sino al contrario, adquirirá nuevos grados de complejidad.
Así, naturalmente, y como todo sistema complejo, tenderá al caos, aumentará
sus niveles de entropía, e intercambiará entropía con el entorno
de manera constante, estableciendo una nueva mecánica de orden para
el sistema.
La ciudad funciona de esta manera como un sistema complejo dinámico;
complejo, en cuanto su estructura original de orden no sigue un funcionamiento
lineal de evolución, por el contrario, el tiempo actúa como medida
de ruptura del determinismo, otorgando dinámica a la ontogenia del sistema
34 , y abriendo nuevos escenarios de comunicación al interior.
34 La Ontogenia hace referencia a la
historia de transformación estructural
de una unidad biológica o sistémica.
Ver: Humberto Maturana
y Francisco Varela, De máquinas y
seres vivos. Autopoiesis: La organización
de lo vivo (Santiago de Chile:
Editorial universitaria, 2006), 94.
Vale la pena cuestionar entonces, porqué seguimos proyectando el futuro
de la ciudad como si fuésemos planificadores romanos, fundando
Roma una y otra vez en cada nueva operación urbana. El orden evolutivo
de las ciudades está dirigido por el azar y la incertidumbre, debemos intentar
entonces aprehender los mecanismos que lo guían —complejidad,
caos y entropía—; aquello permitirá refrescar un debate que, a nuestro
juicio, está más vigente que nunca en las palabras de Alexander, y es que
no podemos seguir pretendiendo que las ciudades son árboles.
Los futuros procesos de transformación urbana deben intentar desarrollarse
lejos del amparo determinista con que se han llevado a cabo la
mayor parte, otorgando el espacio para que los sistemas urbanos autopoiéticos
surjan al interior del sistema (ciudad).
De esta manera, y permitiéndonos parafrasear la famosa frase de Mies
van der Rohe de menos es más, tan fructífera para la arquitectura, debemos
hacerlo con menos determinismo y más incertidumbre.
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FRANCISCO JAVIER PARADA PINO. Complejidad, Caos y Entropía. O cómo entender el orden evolutivo de las ciudades, pp. 28-39