VAD. 03 | Junio 2020 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
De esta manera, el centro cívico, con los equipamientos públicos, se ubica
prácticamente en el epicentro del municipio como intersticio de las
supermanzanas (miniatura 3) y se interconecta con el tejido residencial
a través de una red de caminos interiores (miniatura 5), que ya en el
proyecto original de Fernández del Amo se contemplaban simplemente
como veredas silvestres que irían
21 José Luis Fernández del Amo,
“Proyecto para Vegaviana, Memoria”
Archivo del Centro de Estudios
Agrarios (CEA). Junta de Extremadura,
Mérida.
surcando el monte bajo que, como se ha dicho, quedará respetado
en todo el terreno del emplazamiento; 21
y que fruto del uso se han diversificado, desapareciendo unas y surgiendo otras.
Por último, se posiciona en las zonas perimetrales (abrevaderos) y centrales
(fuentes) del conjunto la ya mencionada red de agua que surtirá a sus
pobladores (miniatura 6).
Figura 6. Análisis multicapa de los elementos
que conforman la ordenación
urbana de Vegaviana, miniaturas de
izquierda a derecha y de arriba abajo
(1-6). Fuente: Elaboración propia,
mayo 2020.
Si ya de por sí la proeza parece valiosa, se suma el vector de integración
de la naturaleza que puede constatarse tanto por el conjunto construido
como por la sensibilidad de la planimetría que acompaña al proyecto en
el que se establece el parcelario en relación con la vegetación existente.
Los espacios libres interiores de las manzanas están ocupados por la densa
vegetación (miniatura 4), que es la que además determina en última
instancia las alineaciones definitivas de las pastillas residenciales.
Esta voluntad de imaginar una ordenación y una arquitectura que sea
consecuente con el lugar, está plenamente plasmada en la planimetría
del proyecto, donde Fernández del Amo genera recurrentemente tensiones
entre el nuevo orden urbano y el orden natural gracias al dibujo de
las masas de vegetación.
A ello se añade el establecimiento de una arquitectura plástica, sencilla,
blanca, de raíces vernáculas y tradicionales, y sobretodo seriada, que en
las fabulosas fotografías de Joaquín del Palacio “Kindel” se presenta contrastando
las dos identidades: la organicidad de lo natural y la geometría
de lo construido.
24 SETE ÁLVAREZ. Laboratorios del vacío. El orden no construido de José Luis Fernández del Amo en Vegaviana, pp.16-27