VAD. 03 | Junio 2020 | ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
Inicialmente el orden construido de estos espacios públicos se ajustaba a
lo que se entendía por una plaza en la tradición urbanista española, aunque
con el paso del tiempo se experimentaron modelos más diversos. Se
generó un tránsito de figuras habituales en las que la posición del centro
cívico determinaba estrictamente el trazado de las calles principales, con
un cierre de las perspectivas sobre la torre de la iglesia y una ordenación
de las manzanas residenciales en su entorno 9 .
9
Antonio Álvaro Tordesillas, “Referencias
Internacionales en los Pueblos
de Colonización Españoles”,
Ciudades 13 (2010): 193-194.
De ahí se pasó a modelos dónde podía no existir únicamente un gran espacio
central, se disgregaba y reducía el tamaño de los espacios públicos
del núcleo o se redirigía la perspectiva, no sobre edificios públicos, sino
sobre la propia plaza y el tejido residencial que la conformaban.
10 José Antonio Flores Soto, “La
Construcción del lugar. La plaza en
los pueblos del Instituto Nacional
de Colonización”, Historia Agraria.
Revista de agricultura e historia rural
60 (2013): 133.
Fruto de estas tendencias experimentales son los múltiples casos de nuevos
espacios públicos que conformaban la mayor parte de la argamasa
proyectual. No obstante, en la mayoría de los pueblos de colonización se
“identificaba la plaza con la materialización del centro cívico y con el
espacio urbano representativo”, 10 ,
aunque quizás trascender en un sentido más amplio el espacio público,
no limitado al entendimiento de la tradición de plaza, ayude a entender el
manejo de ciertas herramientas proyectuales.
Aproximaciones a la obra de Vegaviana
El análisis de la obra arquitectónica de José Luis Fernández del Amo al
respecto de su producción para el INC requiere de una especial cautela
que se agrava si trasladamos el discurso expuesto a Vegaviana. Sobre
este pequeño pueblo erigido entre encinas y matorrales en el norte de
Extremadura parece que ya está todo dicho, y su reconocimiento no hace
sino ahondar en este sentido 11 .
11 En el V Congreso de la Unión Internacional
de Arquitectos de Moscú
recibió la Mención de Honor. En
1959 el Premio Anual de la Crítica
de Artes Plásticas. En 1961 la medalla
de Oro en la VII Bienal de Sao
Paulo. El Ministerio de Fomento
editó en 1998 la Guía de Arquitectura
para catalogar e inventariar
el Patrimonio Arquitectónico de
España, en ella aparece Vegaviana
como una de las 17 obras maestras
de la arquitectura española del
siglo XX.
12 Alejandro de la Sota, “El nuevo pueblo
de Esquivel, cerca de Sevilla”,
Revista Nacional de Arquitectura 133
(1953): 22.
En la obra de colonización de Fernández del Amo se reconocen muchos
lugares comunes de la arquitectura del Movimiento Moderno que son
coincidentes, incluso, con otros arquitectos del INC como Alejandro de
la Sota. Con éste compartirá la preocupación por la generación de una
arquitectura de inspiración anónima, no tanto en el trazado de la misma,
sino en su atmósfera, forma y materialidad.
Sobre Esquivel, Alejandro de la Sota, dirá que
es un intento de tomar como maestros a quienes siempre hicieron
los pueblos, y que los hicieron por cierto de maravilla: los
albañiles y maestros de obra pueblerinos, 12
reconociendo así la profunda admiración que le causa el encuentro de
esa arquitectura con identidades autóctonas que los arquitectos del INC
debían visitar en los trabajos de campo que eran parte intrínseca y obligada
en los encargos del Instituto.
A esas mismas fuentes vernáculas o populares apuntará Fernández del
Amo en la retrospectiva que realiza para la revista Arquitectura COAM y
en la que se intuye que para el arquitecto, al igual que para Sota, las lecciones
de la arquitectura popular y su transposición y encaje a la teoría
moderna de la ciudad van mucho más allá de la imitación o lo pintoresco.
20
SETE ÁLVAREZ. Laboratorios del vacío. El orden no construido de José Luis Fernández del Amo en Vegaviana, pp.16-27