ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198 | Junio 2020 | 03.VAD
The order
Íñigo García Odiaga
Prólogo
VAD 03. El Orden
Universidad del País Vasco (UPV_EHU), San Sebastián
Doctor Arquitecto y prof. asociado de Proyectos Arquitectónicos, ETSASS
VAD
veredes, arquitectura y divulgación
ISSN 2659-9139 e-ISSN 2659-9198
http://veredes.es/vad/
Se cuenta, puede que más cerca del mito que de la realidad, que cuando
Mies van der Rohe entrevistaba a un candidato para formar parte de la
plantilla del estudio le sometía a una extraña prueba. Le acompañaba hasta
una de las mesas de dibujo, le hacía entrega de todo tipo de instrumental,
reglas, compases, escuadras, cartabones, lápices, gomas de borrar etc., y le
pedía que ordenase aquellos elementos en el acotado campo de juego del
tablero de dibujo. Nada más, y nada menos que ordenarlos.
Orden es un término polisémico que explica cómo se colocan las cosas,
cual es el sitio que les corresponde y las reglas que establecen, sus composiciones;
hace referencia a como se construyen las series, sucesiones o
taxonomías; puede ser también un mandato que se debe obedecer; también
alude a una agrupación religiosa, o incluso puede referirse al lenguaje
clásico de la arquitectura.
Puede por tanto hacerse referencia al orden público, a una real orden, al
orden establecido, a un orden del día, al orden cerrado, a una orden religiosa,
al orden natural de las cosas o por supuesto a los órdenes toscano,
dórico, jónico o corintio. Incluso uno puede colocarse en posición de a la
orden, a sus órdenes, puede llamar a alguien al orden, o simplemente situarse
en orden o poner algo en orden. Todo ello sin aludir al desorden, por
no acabar sin orden ni concierto.
El orden, o su ausencia, es un campo fecundo para la arquitectura, un espacio
abierto y versátil en el que pueden fluir múltiples investigaciones, múltiples
visiones que superpuestas pueden abrir nuevos recorridos sobre este
término fundamental para la arquitectura.
El propio Mies había expresado con vehemencia
“Espero que nadie se figure que la arquitectura tiene nada que
ver con eso de la creación de formas, lo propio de los arquitectos
es el orden”.
Una afirmación visible por ejemplo, en aquella obsesión geométrica de la
rejilla de 24 x 24 pies que organizaba su campus para el Illinois Institute of
Technology. Un papel milimetrado que instauraba un orden abstracto, una
medición de la tierra, un tablero acotado en el que colocar los edificios.
¿Qué otra cosa puede ser la arquitectura sino honrar el orden?
Figura 1. Mies van der Rohe con una
estudiante frente a la maqueta del
Illinois Institute of Technology en 1942
ÍÑIGO GARCÍA ODIAGA. El orden. pp. 10-11
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