María Valdezate. Me identifico mucho
con el yacimiento. Siento que es donde
yo he nacido, la tierra que he pisado…
Esconde muchas cosas, no es una tierra cualquiera, tiene debajo un montón de cosas y un montón de historias
que hay que sacar y que podemos ver.
Adelaida Sanz. Cuando éramos niños, íbamos a dar una vuelta, casi a estudiar con
Don José. Nos llevaba arriba a Las Quintanas y nos iba explicando. En El Cenizal
también hay zona arqueológica. Lo que pasa es que al coger las tierras, esa zona
ha ido perdiendo un poco. Pero ahí también han salido cosas. Y cuando hicieron
el canal, fue un expolio muy grande, porque entonces no había quien lo cuidara ni
quien se preocupara. Entonces cada uno cogía lo que le parecía.
ha dado ninguna importancia. Una de las
razones que generan esta postura es, en
mi opinión, una educación deficiente.
No obstante, parece que las cosas cambian.
Por una parte, el trabajo de
campo arqueológico ha ido generando
vínculos con las poblaciones en las que
se ubican los yacimientos, y los arqueólogos tratan de involucrar a la sociedad
en su labor. En este proceso, la difusión
de la información y la capacitación de la
población local juega un papel fundamental, posibilitando la toma de conciencia por parte de estas comunidades
del rol del yacimiento en su vida.
Por otra parte, la población local
empieza a querer conocer su pasado, y
a valorar y proteger los bienes materiales relacionados con el mismo. En esta
evolución es importante la relación personal con el patrimonio, cuando el sujeto entiende las implicaciones de la preservación del mismo y lo valora dentro
de sus vivencias personales y colectivas,
cuando convierte el “universo arqueológico” en un “universo propio”.
En este cambio también juega
un papel primordial la visión de la Arqueología como elemento dinamizador
de la vida social, cultural y sobre todo
económico de las comunidades locales
o propiciador del desarrollo sostenible
de las mismas. El Patrimonio Cultural
ha de utilizarse como medio de dinami-
zación y desarrollo social y económico
de la comunidad vinculada a cada territorio, según el Plan de Patrimonio Histórico de Castilla y León 2004-2012. El
“arqueoturismo” puede ser un elemento de creación de riqueza, propiciador
de la mejora de las condiciones de vida
de las zonas rurales. En una sociedad
como la castellano y leonesa, envejecida y con una visible despoblación rural,
la Arqueología puede jugar un papel
importante como generadora de recursos económicos y fijadora de población
joven en nuestros pueblos. Y aunque
pueda ser evidente que han de ser las
administraciones públicas las que han
de regular determinados aspectos para
favorecer este proceso, es el empuje
personal el que puede llevarlo adelante.
Eso que ahora se da en llamar “espíritu
emprendedor”.
El 27 de agosto de 1987 el diario
El Norte de Castilla publicaba un artículo sobre el yacimiento de Pintia. “El
director de las excavaciones de Padilla
de Duero —escribía el redactor— es
optimista en cuanto a la vinculación de
estos trabajos y la población padillense:
los tres objetivos de toda experiencia arqueológica, la protección de la misma,
la excavación científica y el disfrute público de los hallazgos —dice— se cumplen satisfactoriamente aquí”.
En el mismo artículo, más adelante, escribe: “Coincidiendo con el ini-
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cio de la presente campaña, el propio
director de los trabajos y el arqueólogo territorial explicaron a los vecinos
de Padilla de Duero los pormenores de
esta iniciativa científica. En opinión de
ambos, la toma de conciencia por parte de la población fue tan masiva como
significativa”.
Desde el comienzo de las excavaciones la línea a seguir en este tema estaba clara. La de Pintia ha sido siempre
una excavación abierta a la sociedad.
Las acciones llevadas a cabo para lograr
esta “arqueología en sociedad” han sido
numerosas: conferencias y cursos en el
pueblo, visitas guiadas a la excavación,
creación de la Asociación Cultural Pintia,
etc. La vinculación de los arqueólogos y
participantes en el Proyecto Pintia con
Padilla es enorme. Pero un hito en esta
relación ha sido la creación del CEVFW
en Padilla de Duero en 2001, al permitir
una relación total entre los arqueólogos
y el pueblo. Los arqueólogos viven en el
pueblo, son parte de esta sociedad.
Realización del vídeo Zona
Arqueológica Pintia. La memoria no escrita
Pintado el panorama general, en
el verano de 2012 nos lanzamos a realizar un nuevo vídeo para el Centro de
Estudios Vacceos.