punta estrangulada. La prolongación de
la hoja en una larga espiga permite conformar la empuñadura, a base de unas
cachas de madera o hueso, rematada en
un pomo cónico o en unas antenas atrofiadas. Los brazos que configuran la cruz
de la espada, es decir, los gavilanes, son
curvos y están guarnecidos en algunos
casos con cabezas de verraco, formando
con ellos la guarda o protección que evita el impacto directo de otra hoja sobre
la mano.
La vaina de tan singular espada
estaría compuesta por cantoneras de
bronce de sección en “U”, donde iría
encajada una funda de cuero, y por una
historiada y llamativa contera broncínea
en forma de abanico, cuya variante calada incluye representaciones de verracos y ánades, amén de otros elementos
geométricos, que la dotan de gran carga
simbólica, hasta el punto de que algunos la consideran cetro, insignia de poder e incluso signa equitum o estandarte militar. Sea como fuere, un bien de
prestigio, exclusivo de la élite ecuestre.
Puñal de tipo Monte Bernorio
El puñal de tipo Monte Bernorio
es un arma corta de profundo arraigo
en el territorio vacceo donde, casi con
toda seguridad, tiene su origen y desarrollo. La investigación arqueológica
habitualmente lo descubre en espacios
cementeriales, pero también aparece
en viviendas e incluso en campos de
batalla.
El estudio de este puñal, confeccionado en hierro a excepción de
los complementos realizados en cobre,
bronce, plata o electrón, requiere un
análisis de la secuencia evolutiva que
experimenta desde su aparición a finales del siglo V a.C. hasta comienzos
del siglo II a.C., momento en el que se
irá imponiendo el puñal de filos curvos. Ello es debido a que durante este
largo intervalo de tiempo se observan
múltiples modificaciones, no sólo en las
llamativas conteras de las vainas sino,
especialmente, en la empuñadura y en
la decoración utilizada, lo que permite
diferenciar hasta tres etapas.
En la denominada fase formativa, coincidiendo con el arranque de la
cultura vaccea y como testimonio de su
dominio de la metalurgia, nos encontramos con un arma compleja en lo referido a su elaboración, pues exige el forjado, unión y ajuste de una docena de
componentes. Dentro de sus aspectos
Vainas de las distintas fases tipológicas del puñal de tipo Monte Bernorio.
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formales debemos destacar la construcción de la empuñadura mediante cuatro
elementos independientes, ensamblados en los extremos de la espiga de la
hoja de dos en dos, lo que les confiere
un aspecto naviforme, y complementados en la zona media por cachas de
hueso o madera. La hoja presenta un
llamativo estrangulamiento en su tercio
inferior, así como una pestaña trapezoidal al comienzo de la espiga. Respecto
a la vaina, con no más de 20 cm de longitud, presenta una característica lengüeta trapezoidal muy desarrollada en
su embocadura y una variada morfología en las conteras, de diseño circular,
rectangular, cuadrado y tetralobulado.
En cuanto a la decoración, concentrada en los extremos de la vaina y en el
tahalí o broche triangular, destinado a
sostener la daga al cinto de cuero, se
lleva a cabo mediante el calado o la incisión muy fina de motivos geométricos
simples (cuadrados, triángulos, círculos
o zigzags), aplicando excepcionalmente
el damasquinado. En este momento su
distribución geográfica se centra en el
valle del Duero, aunque no faltan algunos ejemplares en la Bureba burgalesa.
La fase de desarrollo, pareja al
auge de la cultura y a la consolidación