Radiografía de un oppidum vacceo-romano a través de la Arqueología aérea
El asentamiento de la Ermita de Tiedra posee una indiscutible entidad urbana, conferida no solo por su extensa ocupación sobre el espigón dispuesto entre Pobladura de Sotiedra y la
propia Tiedra, sino también por las reveladoras trazas obtenidas
en los trabajos de prospección aérea llevados a cabo por Julio del
Olmo.
El de Tiedra responde a un modelo habitual de asentamiento con vía longitudinal central en torno a la cual se disponen
calles más o menos perpendiculares de menor recorrido que configuran manzanas de trazado rectangular, con diversas variaciones en tamaño. En la fotorrestitución realizada por dicho autor
se marcan hasta una veintena de ellas, las más occidentales de
mayor regularidad, frente a algunas más sudorientales peor definidas, en las que destaca el tamaño de la que integra el edificio
romano designado como ‘I’. En cualquier caso, como ha señalado José David Sacristán, en Tiedra, además de la calle central se
insinúan otras dos calles abrazando el conjunto que recuerda al
modelo numantino.
No obstante, la pervivencia de la ciudad vaccea en época
romana entraña ciertas limitaciones interpretativas de esas trazas, ya que no siempre sabemos a qué etapa corresponden con
exactitud. Bien es cierto que en aquellos lugares donde además
de las prospecciones aéreas se han realizado excavaciones, se han
podido observar —aunque muy puntualmente, por ejemplo en
la ciudad de Las Quintanas, de Pintia— el mantenimiento de las
trazas indígenas en época romana, con una adecuación casi exacta de la orientación de las casas y constitución de las manzanas.
Extrapolando el ejemplo de Pintia, podríamos sospechar que dichas manzanas de La Ermita, de unos treinta metros de anchura,
se conformarían por dos hileras de viviendas de diverso tamaño
abiertas cada una a una calle y separadas por estrechos pasillos
medianiles.
A diferencia de Pintia ubicada en
el llano y a la que hubo que dotar para su
seguridad de un complejo sistema de protección, el asentamiento tiedrano contó
con una posición en altura naturalmente
defendida; no obstante, la fotografía aérea
parece revelar la posible existencia de una
muralla cerrando el espigón más meridional
del cerro, cuya traza, de confirmarse, pudiera corresponderse con la etapa más vieja de
la primera Edad del Hierro habida cuenta la
abundancia en esta zona y a su base de cerámicas de tipo Soto.
El modelo de poblamiento vacceo,
configurado por verdaderas ciudades-estado sin que apenas se produzca jerarquización de asentamientos, constituye desde
luego un elemento de singularidad muy
específico de este territorio central de la
Cuenca del Duero, y delata una medida y
meditada planificación no solo del entramado urbanístico, sino de otros espacios como
puedan ser los barrios artesanales, necrópolis, santuarios, escombreras o cenizales,
etc. El cerro de La Ermita de Tiedra, por más
que no haya sido objeto de excavaciones arqueológicas, responde desde luego al modelo descrito.
Planimetría fotointerpretativa (modificada) e imagen aérea del edificio número I, según Julio del
Olmo: usuarios.multimania.es/arqaerea/libro/2_
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