acceas
03 Ciudades V
Tiedra.
El cerro de La Ermita
L
a villa de Tiedra se localiza
en el noroeste de la provincia de Valladolid, en la vertiente occidental de los Montes de Torozos, dando vista a la Tierra de Toro, una
extensa llanura de origen aluvial que
recorre el valle del Duero. Esta posición
estratégica, defensiva y de dominio visual, explica un memorable pasado medieval, con un destacado protagonismo
ya desde el siglo XI, expresado en edificios civiles y religiosos singulares —el
castillo, hasta cuatro parroquias (El Salvador, Santa María del Castillo, San Miguel y San Pedro), dos ermitas, el Pósito
y su Ayuntamiento —, acompañados de
quinientas casas que dan testimonio del
pulso económico y comercial de esta villa hasta finales del siglo XIX y principios
del XX, momento en el que Juan Ortega
Rubio contabilizaba 2.245 habitantes.
En la actualidad, y tras la sangría demográfica de los años sesenta del siglo
pasado, el municipio cuenta con 320 vecinos censados.
Los recursos hídricos son numerosos en forma de infinidad de fuentes y
manantiales, arroyos y, en tiempos, hasta de una laguna al pie de la población,
ya desaparecida, que el propio Ortega
Rubio recomendaba secar para la salud
pública.
El origen de este asentamiento
se remonta sin embargo tiempo atrás,
como mínimo a la Edad del Hierro, si
bien la ubicación no se corresponde
exactamente con la que ocupa actualmente la villa, sino con un cerro inmediato al oeste, donde se asienta la ermita de Nuestra Señora de Tiedra Vieja. La
existencia de restos arqueológicos se se-
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ñalan desde el siglo XIX, citándose el hallazgo de idolillos supuestamente egipcios por Bernardino Martín Mínguez,
cuya filiación ya Ortega Rubio puso en
duda; mayor crédito confirió este último al dato recogido por fray Santos Tiedra de un pasado romano, con vestigios
hallados ‘de monedas, sepulcros y otros
Vista aérea de Tiedra y el cerro de La Ermita.